Mientras el presidente Javier Milei intenta por todos los medios aparentar que las heridas entre él y Victoria Villarruel están cicatrizadas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, abrió un nuevo frente interno en el Gobierno y decidió enfrentar a la misma vicepresidenta: “Hay que superar los miedos”.
La funcionaria salió al cruce de Villarruel por haberse manifestado “en contra” de la intervención de las Fuerzas Armadas en cuestiones internas; es decir, “en contra” de lo impulsan las carteras de Defensa y de Seguridad para que el Ejército desembarque en Rosario.
Frente a esas declaraciones, Bullrich recogió el guante: “Está claro que es un momento de la historia que todos conocemos y que los militares le tienen miedo, pero hay que superar los miedos que hemos tenido en la Argentina como estamos superando los miedos en todos los campos” e “ir con leyes más duras en seguridad”, sentenció en clara alusión a la titular del Senado.
La postura de Villarruel –expresa negacionista y defensora del último golpe de Estado y de quienes lo perpetraron- había sido clara desde la campaña presidencial y se encargó de reiterarla anoche, a horas de que la Bullrich y el radical Luis Petri presentaran su proyecto para modificar la Ley de Seguridad Interior.
“Lo dije en campaña y lo sigo sosteniendo, la función de las Fuerzas Armadas no es combatir a civiles” y “el narco es un civil”, argumentó secamente durante una entrevista por TN en la que, sin muchas explicaciones más, concluyó: “Creo que había quedado claro con el tema de los ’70, cuando se combatió al terrorismo. ¿Dónde están lo que los combatieron? Presos”.
La afirmación de Villarruel fue hecha durante una nota en la que intentó desmentir su pelea con Milei y el entorno presidencial más íntimo. El tono sensiblero fue tal que en el diálogo periodístico tildó de “pobre jamoncito” al jefe de Estado.
Sin embargo, cuando todo parecía cerrar entre el humor y la ironía, Bullrich se encargó de literalizar que la relación entre Villarruel y el Gabinete no avanza sobre ruedas.
A primera hora de hoy, la ministra sostuvo que no estaba de acuerdo con la vicepresidenta pero se expresó “dispuesta a hablar” con ella. ¿Sobre qué? Sobre “si se puede comparar el rol del Ejército” durante el terrorismo de Estado con el narcotráfico de Rosario.
Sobre “si el hecho de haber participado de esa parte de la historia hace que nos quedemos paralizados”. Sobre “si vamos a dar vuelta esa parte de la historia y analizar el futuro de estas Fuerzas Armadas” que, agregó, “son de la democracia”.
Bullrich también dijo “entender la preocupación” de Villarruel, pero le hizo una sugestiva recomendación: “Superar los miedos” y “hacer un quiebre de lo que era políticamente correcto para ir a lo que necesita la sociedad”.
“Entiendo su preocupación (la de Villarruel), pero también entiendo que el país tiene que salir de sus heridas y avanzar hacia el futuro, y las Fuerzas Armadas hoy son parte integral de nuestra democracia”, remarcó la creadora del protocolo antipiquetes.
Según ella, el planteo de la vicepresidenta al comparar la responsabilidad penal de los militares en los ’70 con la que podría recaerle ahora en caso de intervenir en Rosario es erróneo.
“Lo que se está discutiendo respecto al pasado no es solamente haber participado de hechos de combate al terrorismo sino también cuáles fueron los métodos que el Estado usó” en esos años, explicó Bullrich.
“Está claro que es un momento de la historia que todos conocemos y que los militares le tienen miedo –prosiguió-, pero hay que superar los miedos como estamos superando los miedos en todos los campos para ir con leyes más duras en seguridad y contra el déficit en la economía.”
“También tenemos que superar los miedos que han tenido las Fuerzas Armadas. Este es un momento en donde tenemos que hacer un quiebre de lo que era políticamente correcto para ir a lo que necesita la sociedad”, concluyó.