El grupo Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) reivindicó este viernes el ataque que se cometió en una sala de conciertos de un suburbio de Moscú, en el que murieron al menos 60 personas y 115 resultaron heridas. En tanto, para la inteligencia militar ucraniana (GUR), la masacre fue una “operación planeada por los servicios especiales del Kremlin” con el objetivo de “desacreditar a Ucrania y a todo el mundo libre”.


Combatientes del EI ”atacaron una gran concentración (...) en las afueras de la capital rusa, Moscú”, indicó el grupo terrorista ISIS en un comunicado difundido en la aplicación móvil de mensajería Telegram.

Por otra parte, el portavoz del GUR, Andrí Yusov, citado por la agencia de noticias ucraniana Unián, dijo que “por supuesto, estamos hablando de una operación especial de los servicios secretos del Kremlin contra sus propios ciudadanos”.

En un mensaje publicado en sus redes sociales, el GUR aseguró que el atentado es otro “pretexto” para intensificar la agresión militar rusa contra Ucrania y para justificar una nueva movilización militar dentro de Rusia.

Según el GUR, el hecho de que un grupo de personas con fusiles de asalto pudiera moverse “libremente” por Moscú probaría, “junto con otras pruebas irrefutables” que la masacre fue organizada por el espionaje ruso.

Más temprano, las autoridades ucranianas habían asegurado no tener "nada que ver" con ese suceso. "Desde luego, Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o la explosiones en Crocus City Hall. No tiene ningún sentido", señaló el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana Mijailo Podoliak en un mensaje en la red social X.

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