"En el espacio público se disputan todos los sentidos, si bien llegamos a ciertos consensos, el Nunca Más hoy parece transitar una nueva batalla simbólica", dice Facundo Galván, uno de los hacedores de "Sitios de Memorio: tramas del pasado presente", la serie documental que aborda los hechos ocurridos durante el Circuito Caps durante la última dictadura.
Según entiende, "el Nunca Más interpela a la época más traumática de nuestra historia, de nuestra identidad. Sin embargo, aunque lo repitamos con fuerza e incansablemente, no puede ni debe cerrar su propia noción".
"Nuestro documental se llama “Tramas del pasado presente” justamente porque este concepto está en disputa permanente. En este presente, en todos los presentes hasta el nuestro, y todos los que vendrán es una lucha que debemos dar", dice en diálogo con Buenos Aires/12. "Lo ideal es que la serie se convierta en una herramienta que genere dudas, y que las y los pibes comiencen a hacerse preguntas", afirman como desafío para el debate que desde hace tiempo se volvió a instalar en la Argentina.
La serie documental que se podrá ver el fin de semana por IP fue pensada en el marco de los Proyectos de Extensión de la Universidad Nacional de Quilmes “Universidad, Memoria y Ciudadanía”, y “Medios Universitarios y Derechos Humanos”.
Luciano Grassi dirige ambos proyectos, y Galván, Santiago Chanel, Sofía Sanchez participaron como graduados de la Universidad y becarios.
El Circuito Camps
La serie se centra en seis de los veintiocho Centros Clandestinos de Detención y Exterminio (CCDyE) que integraron el Circuito Camps, ubicados en la zona sur del conurbano bonaerense y La Plata: el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, El Infierno, la ex Comisaría 5º de La Plata, el Pozo de Arana y Puesto Vasco.
El Pozo de Banfield operó entre 1974 y 1978 y funcionó como maternidad clandestina. Se estima que alrededor de 350 personas estuvieron detenidas ahí. El Pozo de Quilmes operó entre 1974 y 1979, y más de 250 las víctimas detenidas en forma ilegal, al menos 30 personas de nacionalidad uruguaya fueron alojadas ilegalmente, en el marco del Plan Cóndor.
El Infierno, en Avellaneda, operó entre 1976 y 1978. Las investigaciones del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) permitieron determinar que los restos de algunas de las víctimas de fusilamientos ilegales fueron ingresados como NN en el sector 134 del Cementerio de Avellaneda donde fueron hallados más de trescientos cuerpos.
La ex Comisaría 5º de La Plata, una dependencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, tuvo una maternidad clandestina y funcionó como CCDyE, entre abril de 1976 y febrero de 1978. Unas las 250 personas que estuvieron detenidas ilegalmente, fueron secuestrados militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), en el marco del denominado “Operativo Escoba”.
El Pozo de Arana, funcionó entre mayo de 1976 y marzo de 1978. Allí estuvieron secuestradas más de 250 personas; y como ocurrió en todos los centros clandestinos, muchas están desaparecidas o fueron asesinadas. A través de los testimonios de sobrevivientes y familiares, se sabe que por Arana pasaron los jóvenes de la Noche de los Lápices, militantes montoneros y del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). A partir de una investigación del EAAF se pudieron recuperar y analizar, desde allí, múltiples restos humanos.
Puesto Vasco habría funcionado entre marzo de 1976 y diciembre de 1979. Una investigación de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos sostiene que se desactivó para finales de 1978. En este ex CCDTyE estuvieron detenidos-desaparecidos los integrantes de experiencias comunicacionales como Radio Liberación, personas del Grupo Graiver y el director de La Opinión, Jacobo Timerman. Se estima que, al menos, 70 detenidos-desaparecidos estuvieron cautivos allí.
Todos estos CCDyE fueron desafectados de sus funciones relativas a la policía de la provincia y hoy son Sitios de Memoria, en el marco de lo que consigna la Ley 26.691, que declara con esa denominación a los lugares donde sucedieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal desarrollada durante el terrorismo de Estado hasta el 10 de diciembre de 1983.
La idea de la serie surge desde el Proyecto de Extensión Universidad Memoria y Ciudadanía, que desde hace más de diez años viene trabajando de manera sistemática en procesos de Memoria, Verdad y Justicia en la región.
Desde ese espacio, se realizó el acompañamiento, registro y difusión de procesos de justicia en causas de Lesa Humanidad llevadas adelante por tribunales federales con diversas experiencias: coberturas periodísticas, actividades académicas, promoviendo la participación ciudadana y con la realización de propuestas educativas.
En ese marco, la propuesta vino a la par del inicio de la megacausa denominada Juicio de las Brigadas que agrupa el juzgamiento de los crímenes cometidos en tres Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio. Las audiencias de este juicio se realizaron de manera virtual a partir de la pandemia, razón por la cual se empujó la producción del Diario del Juicio como cobertura periodística y de archivo sobre ese acontecimiento específico.
Las propuestas audiovisuales también convocan a los medios universitarios con UNQ-TV, principalmente al considerar que los tres sitios vinculados al juicio hoy se convirtieron en espacios de Memoria y que desde allí surgieron nuevos sentidos que contar y mostrar. Además, cuentan sus hacedores, estos sitios y otros muchos se encontraban hilvanados por lo que se denominó Circuito Camps como sistema de aplicación del terrorismo de Estado en el conurbano sur con lo cual se fueron agregando otros registros e historias.
El documental cuenta con referentes de la comunicación y el periodismo como eje transversal. "Como becarios, uno de los grandes desafíos que afrontamos fue pensar en quiénes darían su testimonio, desde qué lugar", dice Galván, que agrega que "la preproducción fue un aprendizaje constante".
En ese marco, la primera decisión fue "convocar a los sobrevivientes": Walter Docters y Hugo Coalone; a los que se sumaron las periodistas Ailín Bullentini, Luciana Bertoia, Laura Rosso y Pablo Roesler; el doctor en comunicación Flavio Rapisardi; la doctora en antropología Alejandra Esponda, hija de desaparecidos; Rubén López, hijo de Jorge Julio López, desaparecido en democracia; y Leonardo Fossati Ortega, nacido en la Comisaría Quinta de La Plata durante el secuestro y desaparición de su madre.
En la trama, también aparecen testimonios de vecinos, representantes de la cultura, y organismos de Derechos Humanos gubernamentales y civiles.
-- ¿Qué se trató de rescatar, mostrar?
-- FG: En primera instancia que los crímenes de lesa humanidad, que muchas veces parecen lejanos, ocurrieron realmente, y que tuvieron espacios físicos y geográficos en el entorno cotidiano de cada una y cada uno. Al caminar por nuestros barrios, también caminamos por la historia más oscura del país. Dar cuenta, a través de testimonios en primera persona y de voces autorizadas, la necesidad de atender, comprender y empatizar con las y los sobrevivientes y sus familiares. Además, las configuraciones en la construcción de la memoria y la promoción de juicios lesa humanidad que se realizan en nuestro país de manera inédita, con jueces civiles, con todas las garantías institucionales, en marco de un Estado de derecho y con respeto y acompañamiento de la sociedad y sus instituciones.
-- Desde la Universidad, ¿cómo se pensó este material audiovisual para les estudiantes no vivieron los años de dictadura?
-- FG: Desde su concepción fue pensado para las y los estudiantes en particular, y las juventudes en general. La participación de los becarios le da una perspectiva situada desde el territorio, el lenguaje y lo generacional. Pensamos en un producto final que sea ameno para las y los más jóvenes, de fácil apropiación. Lo ideal es que la serie se convierta en una herramienta que genere dudas, y que las y los pibes comiencen a hacerse preguntas y las expresen, y si esas preguntas generan incomodidades, mucho mejor.
LG: Una producción de difusión amplia que introduzca lo acaecido en estos lugares pero que ponga énfasis en cómo se construyen hoy como espacios de memoria, mientras, luego de 40 años de democracia, se encuentra terminando el juicio que indaga en la verdad de los hechos ominosos que allí sucedieron y se proyecta al futuro como un espacios de memorias.
-- ¿Cómo resuena en la actualidad el hecho de mostrar esos Sitios de Memoria y aludiendo al título, dar cuenta de las tramas del pasado presente?
FG: La existencia de este documental nos da la oportunidad de contar nuestra propia historia. Nosotras y nosotros somos del sur del conurbano bonaerense, y de La Plata. Que sean nuestras voces quienes nos cuenten. Como dijo Jesús Martin Barbero: informar es dar forma, y toda forma es una imposición de sentido. Es decir, construimos unos relatos, discursos, los ponemos a circular en la red social de significaciones, construimos en cada presente unos sentidos privilegiados sobre otros posibles.
La serie se reproducirá el sábado 23 y el domingo 24 a las 18 hs por el Canal IP. Además es posible acceder desde Diario del Juicio: https://diariodeljuicioar.wordpress.com/