Javier Milei se expresa en Twitter a través de "me gusta" o retuits, a toda hora. Después de la entrevista televisiva a Victoria Villarruel que no lo dejó muy bien parado, el mandatario le dio "like" a una publicación laudatoria pero que, en el fondo, no lo era. Y encima agregó su consigna "Viva la libertad, carajo".
El jefe de Estado se maravilló ante una imagen suya como Napoleón Boanaparte. Ya el hecho se sentirse asociado con el Gran Corso no es un buen indicador. Menos que menos si la imagen con la que uno se siente asociado es una del emperador francés en su hora de derrota.
Es que el cuadro original, en base al cual se hizo el montaje con el rostro del Presidente es Napoleón abdicando en Fontainebleau, de Paul Delaroche, pintado en 1846. La pintura alude a la primera caída del Gran Corso, en 1814, momento en que fue encarcelado en la isla de Elba, frente a la costa de la Toscana.
Napoleón después pudo salir de la isla y recuperar el poder por cien días hasta su derrota final en la batalla de Waterloo, en Bélgica, el 18 de junio de 1815, tras lo cual pasó el resto de sus días en la isla de Santa Elena. Allí murió en 1821.
Milei se sintió halagado con una pintura de Napoleón en su momento de ocaso. Quizás le quede como consuelo que en 2001 su admirado Carlos Menem se dejó fotografiar durante su prisión preventiva en Don Torcuato, por la causa del contrabando de armas y que el expresidente lo hizo con una biografía de Bonaparte en sus manos.