Una serie de manifiestos (seis) se van concatenando en sentido e intención hasta ir deviniendo uno. Un manifiesto grande que abarca tanto como para desembocar en un todo cuyo nombre va de suyo. “El arte existe para trabar la maquinaria”. El primero de ellos, con imágenes de trasfondo que muestra gente bajando y subiendo en escaleras mecánicas, insta al arte a investigar y cuestionar el dominio de los medios de comunicación, el libre mercado y los cambios tecnológicos. “El mercado y los medios de comunicación masiva bastardean el pensamiento de la vida popular. Disputemos la vida popular tomando de ella su alegría, su creatividad y su sufrimiento. De otro modo, sus sentires quedarán hablando la lengua del cautiverio mediático. Estamos ante un mundo en incesantes cambios tecnológicos. El arte debe investigar y al mismo tiempo debe cuestionar su dominio sobre la conciencia humana”, dice Cristina Banegas, mientras el clip teñido en sepia muta hacia un par de manos esmaltando una vasija, y luego entrelazándose en señal de confraternidad.
“El habla de los medios conforma y construye un sentido común, que solo reafirma ideas ya instaladas por ellos mismos. De este modo, toda experiencia transformadora se diluye”, prosigue otra de las voces en off, en el portal de entrada a este manifiesto que entremezcla imágenes y voces bajo un fin para nada difícil de adivinar: despertar conciencias frente a la oleada neoliberal que abarca al continente. La idea y realización de este manifiesto poético, político y sonoro le corresponde a la cantora Liliana Herrero y consta –dicho fue– de seis capítulos que se estrenarán en público mañana a las 19.30 en la sala Caras y Caretas de Sarmiento 2037. Al final del mismo, se llevará a cabo una mesa redonda en la que la socióloga, ensayista e investigadora María Pía López; el sociólogo y escritor Horacio González; la cineasta Mariana Arruti y la periodista Nora Veiras debatirán sobre las perspectivas culturales y artísticas que atraviesa esta compleja contemporaneidad argentina.
Disertarán, por caso, tras echarle el oído a otra de las partes del manifiesto que habla de la memoria y que, bajo una voz cadenciosa, revaloriza el papel de la educación como vehículo… y de los desaparecidos. “En el imaginario de la vida popular, la educación continúa siendo la máxima inspiración para los adultos, para sus hijos y para los hijos de sus hijos. Pese a los arquetipos mediáticos, no aceptar sin más la idea de que las cosas son así. Si aceptamos esa frase, dejamos que las injusticias y los dolores de un pueblo se reproduzcan eternamente. Lo imposible es un estado de espera, no un obstáculo para realizar tal o cual cosa. Es un compás de espera, un tiempo de espera”, se le escucha decir a la actriz, mientras las imágenes muestran flores germinando, multiplicándose, y un sol abrasador como marco y corolario. “Hay que estar al acecho, pero para estar al acecho culturalmente, tenemos que estar al acecho con las grandes creaciones y tener la lucidez de retomar las grandes líneas culturales y artísticas heredadas. Saber que no es posible sacudirse la memoria de los muertos. Los desaparecidos no están desaparecidos. Están entre nosotros. La realidad se compone de muchos planos. Comprender esa complejidad es la manera de acercarse a la claridad”.
El video, producido por el frente de artistas y trabajadores de la cultura “Territorio & Tiempo”, cuenta también con las participaciones de Gimena Tur y Majo Malvares (en la producción audiovisual), más Acho Estol y su equipo en la grabación y edición del sonido, y en la elección de músicas que incorporan la “Zamba del silbador”, del Cuchi Leguizamón; “A fuego lento”, de Horacio Salgán, “Viernes 3 AM”, de Charly García, y “Zamba para no morir”, de Mercedes Sosa. “Las palabras que se dicen en un manifiesto no permiten un reposo. Están dichas para continuar y alentar otros pensamientos”, señala, por su parte, Liliana Herrero. “En este caso, se trata de voces sobre nuestra patria, compromisos sobre el territorio, el tiempo, la cultura, el arte, la tecnología, los medios de comunicación masiva y la memoria. Dilemas de un mundo sombrío que enluta nuestro país. Por eso también es un llamado a debatir e intervenir, con energía, audacia y fortaleza”, determina la ideóloga del manifiesto que da cuenta a tiempo, del tiempo que toca vivir.