¿Y si Dios se puso a jugar a los dados con el universo? El problema de los tres cuerpos (reciente estreno de Netflix) presenta una épica sci-fi alterando la máxima de Albert Einstein. La miniserie, transposición de la novela de Liu Cixin, sigue a un grupo de científicos de Oxford con la certeza de que la humanidad se encuentra frente al mayor desafío de su historia. “Es una época mierda para ser científico”, lanza un excéntrico detective (Benedict Wong) encargado de darle un sentido a una serie de muertes horripilantes y enigmas más grandes que la vida misma. Es decir, la serie entrelaza aceleradores de partículas, la amenaza de una invasión extraterrestre, la revolución cultural en tiempos de Mao Zedong, una cuenta regresiva fantasmagórica y hasta un videojuego donde la virtualidad copa lo real, de una manera intrincada y visualmente deslumbrante.
David Benioff y D.B. Weiss, quienes venían de crear un entorno fantástico con Game of Thrones, son los showrunners de esta propuesta de ocho episodios. Según los realizadores, el desafío fue el traspasar a la pantalla una trilogía literaria considerada inadaptable. “Las novelas tomaron la ciencia ficción y fusionaron ciencia práctica y dura con un espectáculo que es pura imaginación, muy difícil de hacer, pero que también se siente fresca”, dijo Benioff.