Los choferes de colectivos de la ciudad de Rosario iniciaron este lunes un paro por tiempo indeterminado, tras el hallazgo de un mensaje amenazante en una de las unidades de la línea 153 de la empresa Movi.
Según informaron medios rosarinos y santafecinos, cerca de las 4.30 hs un chofer encontró en el interno 326 de la línea 153 un mensaje escrito a mano en una hoja de papel madera con el dibujo de una bala.
A raíz de esta amenaza, los choferes de la compañía 153 volvieron a los galpones y suspendieron el servicio. Más tarde se sumaron a la protesta conductores de la línea Rosario Bus y luego de otras firmas.
Paro de colectivos en Rosario: las líneas afectadas y hasta qué hora es
Si bien el paro se inició en la línea 153, luego se extendió a la línea Rosario Bus y al resto de las empresas, por lo cual el servicio de transporte urbano en la ciudad se encuentra virtualmente paralizado.
Desde la Municipalidad de Rosario informaron este lunes, a través de su cuenta en X, que tras la amenaza recibida en la línea 153 "el servicio transporte urbano se encuentra interrumpido de forma momentántea" en la Ciudad.
La medida de fuerza es por tiempo indeterminado. Esta mañana dirigentes de la Unión Transporte Automotor (UTA) de Rosario se encuentran reunidos y se especulaba con que podrían llamar a un paro, algo que por el momento no ocurrió.
Por su parte, el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Sebatián Chale, informó que mantienen reuniones con los delegados de la UTA para que "lo antes posible se pueda reestablecer el servicio en Rosario".
Rosario: ola de violencia y miedo
La amenaza en la línea 153 de la empresa Movi se da días después de una seguidilla de crímenes que generó miedo en la sociedad rosarina. La ola violenta comenzó con el crimen del chofer Marcos Daloia, el colectivero de 39 años de la línea K que murió tras ser baleado en la cabeza el 7 de marzo, cuando cumplía con su recorrido.
Días antes, habían ejecutado a Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, y Diego Alejandro Celentano, de 32 años, dos taxistas que fueron baleados cuando estaban trabajando.
La violenta seguidilla continuó con el crimen del playero Bruno Bussanich, de 25 años, asesinado en una estación de servicio por un sicario.
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