Los usuarios de la Línea B del subterráneo porteño deberán seguir esperando para viajar en trenes renovados. Por segunda vez consecutiva, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) decidió postergar la licitación para comprar 16 nuevas formaciones y el proceso de apertura de ofertas se prorrogará al menos hasta fines de junio de este año. La adquisición de la nueva flota tiene el objetivo de reemplazar a los antiguos coches Mitsubishi, los más viejos de toda la red, en un proceso que se viene demorando desde que Subterráneos de Buenos Aires S.E (Sbase) anunció en el año 2022 que encararía el reemplazo de la flota antigua.
De ese anuncio hasta la oficialización de la licitación pasó casi un año, hasta que el 15 de agosto de 2023 la empresa estatal publicó en el Boletín Oficial (BO) porteño la resolución que daba inicio al proceso licitatorio con fecha de apertura de sobres para el 20 de diciembre del año pasado. Con el cambio de gestión en la jefatura de gobierno de por medio, Sbase anunció finalmente que la apertura se postergaría hasta marzo de 2024, y ahora volvió a prorrogar la compra que cuenta con un presupuesto de 155 millones de dólares.
Así lo confirmó a través de la publicación en el BO de una disposición firmada por el director general José Luis Lodeiro, que posterga para el 24 de junio de este año la apertura de ofertas para la “adquisición de material rodante para la Línea B", que estaba pautada en principio para este martes 26 de marzo. En la misma disposición, la empresa estatal aclara que "se han recibido nuevos pedidos de prórroga, de empresas del rubro, interesadas en participar del proceso, manifestado la necesidad de disponer de un plazo mayor para el estudio, elaboración y desarrollo de sus propuestas".
Así, Sbase justifica la prórroga en la necesidad de "promover una mayor concurrencia de posibles oferentes en la presente licitación". Página 12 contactó a fuentes de la empresa para conocer más precisiones sobre la decisión, pero se limitaron a ratificar lo mismo que habían argumentado en la postergación de diciembre: "Se prorrogó debido al contexto económico, con el objetivo de dotar a los eventuales oferentes de condiciones de estabilización y previsibilidad frente a un proyecto de semejante magnitud", dijeron.
Los coches a reemplazar son los Mitsubishi Eidan Series, que tienen más de medio siglo de vida. Hechos en Japón entre 1954 y 1965, e importados en 1995 desde el Metro de Tokio, conforman todavía la flota de la Línea B junto a los más nuevos CAF-600, de fines de los '90. Según los datos del estado de flota actual publicados por SBASE, la línea tiene 16 formaciones de Mitsubishi, los coches más antiguos, por lejos, de toda la red de subte.
El reemplazo de esos coches, en tanto, es uno de los principales reclamos de los y las trabajadoras del subte que vienen llevando adelante un plan de lucha por el retiro del asbesto de toda la red. Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) señalan a esa flota como una de las que todavía contiene el material cancerígeno. En julio de 2019, de hecho, Sbase reconoció que había asbesto en más de veinte piezas de los vagones Mitsubishi, aunque ahora informa oficialmente que ya retiró todo el material de esa flota.
Más allá de eso, la adquisición de las 16 nuevas formaciones -- 96 vagones en total-- es necesaria para completar el cien por ciento de servicio de aire acondicionado en la Línea B, la más utilizada de toda la red con casi 217 mil usuarios por día hábil. Los Mitsubishi tienen ventiladores, por lo que hoy en día la línea tiene sólo el 46 por ciento de sus vagones con aire acondicionado. Los pliegos técnicos originales de la licitación especifican también que las 96 unidades a adquirir, de 17 metros de largo, "deben tener cámaras de seguridad, un sistema incorporado de información visual y auditivo a usuarios y usuarias, iluminación led antivandálica y asientos longitudinales", en una distribución similar a la de los actuales Mitsubishi.
Este diario también consultó a las fuentes de Sbase sobre el funcionamiento de la Línea D de la red. Es que desde el retorno a la operación de esa línea, tras más de dos meses de parate, los y las usuarias vienen denunciando continuos problemas en el servicio. Las fallas se dan principalmente en la frecuencia de los trenes, lo que resulta llamativo ya que el objetivo de los arreglos anunciados por el GCBA era la instalación del sistema de señalización CBTC, que precisamente permitiría mejorar la frecuencia entre los trenes que conectan la estación Catedral con Congreso de Tucumán.
Desde SBASE respondieron que se trata de "demoras operativas" que "tienen que ver con que se está terminando de calibrar el nuevo sistema". "Esto se normalizará durante las próximas semanas y se podrá ver la mejora en el servicio propia del CBTC, que es una tecnología de punta en materia de señalamiento", agregaron. Mientras tanto, los y las usuarias llegaron a reportar demoras de diez minutos o más, incluso superiores a las que se verificaban antes del cierre temporario de la línea.
La AGTSyP, en tanto, emitió un comunicado en el que advierte que "las demoras y anomalías en el funcionamiento de la Línea D son producto de fallas en la implementación del nuevo sistema de señales". En esa línea también sigue sin reabrir la estación Facultad de Medicina, que todavía se encuentra con obras de remodelación.