“Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario”. La frase está incluida en un video que el papa Francisco difundió a través de las canales oficiales de comunicación del Vaticano y que tiene como destinataria principal a la población de la ciudad de Rosario. Hace once años que Jorge Bergoglio está instalado en Roma ocupándose de la conducción de la Iglesia Católica. Pese a ello en muchas oportunidades ha demostrado que sigue de cerca lo que sucede en Argentina, tiene información y se preocupa por lo que aquí pasa. “En un momento de crisis, como los que vive la ciudad de Rosario, comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad” afirmó Francisco en su mensaje. “No obstante, sabemos que en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad” y para ello “es necesario fortalecer la comunidad”, subrayó.
No es un detalle menor que el Papa haya elegido un video como soporte para comunicarse directamente con quienes viven en Rosario. Sabe a ciencia cierta que una pieza audiovisual se viraliza más rápida y fácilmente que un texto escrito. Y Francisco pretendió llegar con su palabra a un público amplio y diverso.
También se valió en esta ocasión para ratificar varias de las ideas centrales presentes en su magisterio. “Es necesario rehabilitar la política, que es 'una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común'" dijo citando sus propias palabras en la carta encíclica Fratelli tutti. Para reafirmar el concepto, subrayó que “todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social”. Para ello, dijo el Papa, “la alternancia de las gestiones debe sostener la continuidad de los procesos de cambio”.
La responsabilidad del Estado
Avanzando sobre la situación particular de Rosario, Francisco dijo también que “es necesario trabajar no sólo sobre la oferta, sino también sobre la demanda de drogas, a través de políticas de prevención y asistencia”. Y agregó que “el silencio del Estado en esta materia sólo naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización de las mismas”.
El mensaje incluyó además referencias a la democracia, a su institucionalidad y a las responsabilidades de los diferentes sectores. “En un contexto como éste, es necesario que el sistema democrático vele por la institucionalidad de la justicia, de tal manera que pueda ser independiente para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico”, afirmó el Papa. Y agregó que “cada miembro del poder judicial es responsable de custodiar su integridad, la que comienza por la rectitud de su corazón”. Sin dejar, por eso, de “agradecer a todos aquellos hombres y mujeres que, con su compromiso silencioso con la justicia, muchas veces ponen en riesgo su propia vida por el bien común en un contexto tantas veces deshumanizado”.
El sector privado
Francisco destacó también la importancia de los empresarios en “toda buena economía” porque “no hay una buena economía sin un buen empresario”. Pero acotó que “lamentablemente, tampoco hay una mala economía sin la complicidad de una parte del sector privado”. Y recordó que “hay una gran tarea por delante en el sector empresarial, no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en un compromiso social”.
“Nadie se salva solo, aun en los barrios privados, se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos” afirmó el Papa.
Francisco hizo también una convocatoria al trabajo colectivo para salir de la difícil coyuntura que atraviesa Rosario. Dando por supuesto que “en todo sistema mafioso, los pobres son el material descartable” el Papa lanzó una invitación “a usar esfuerzos y aunar esfuerzos para que el estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables”.
La entereza del Pueblo
Para ello, agregó, “todas las instituciones sociales, civiles y religiosas debemos de estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer: crear comunidad. (…) El temor siempre aísla, el temor paraliza. No teman comprometerse junto a otros para ser respuesta pacífica e inspiradora”.
En ese camino comprometió a la Iglesia Católica, que “como Madre y samaritana” es “llamada a acompañar espiritual y orgánicamente a los familiares de las víctimas que han perdido su vida a causa de la violencia, acompañar a los enfermos, acompañar a quienes viven el flagelo de las adicciones y a sus familiares, acompañar a quienes están presos y luego necesitan un camino de reinserción, acompañar a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad extrema”.
Para el Papa “todo Pueblo tiene en sí mismo las herramientas para superar aquello que atenta contra su propia integridad, contra la vida de sus hijos más débiles”. Y tras expresar su cercanía con los rosarinos y enviar su bendición dijo que “en estos tiempos, el amor, la caridad será el anuncio más explícito del Evangelio para una sociedad que se siente amenazada”. No sin antes reiterar que “es necesario fortalecer la comunidad” y que “nadie de buena voluntad puede sentirse excluido ni ser excluido de la gran tarea de que Rosario sea un lugar en el que todos puedan experimentarse hermanos”.
Adorni no está de acuerdo
Dado que el mensaje papal se conoció a primera hora del día, el vocero presidencial Manuel Adorni fue consultado sobre el tema en su habitual rueda de prensa. En esa ocasión, el funcionario dijo que la opinión de Francisco es “sumamente importante y respetable” pero que “en un montón de puntos probablemente no estemos jamás de acuerdo con el Papa, y está bien que así sea”.
Según el vocero, el Papa es “un líder espiritual; nosotros gobernamos la Argentina, y en esa distancia que hay entre ambas funciones es razonable que en muchas cuestiones estemos de acuerdo y en muchas otras no”. Sobre el punto agregó que “nos da la sensación que los dos queremos lo mejor para la Argentina, cada uno desde sus funciones y sus responsabilidades”.