El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró esta mañana un acuerdo con su par de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier Milei reafirma su alineamiento con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones J-17 a China.
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamar para comprar 24 aviones de combate F16".
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresas norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada.
PáginaI12 había adelantado esta decisión entre la Casa Blanca y la Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento, adelantó este diario.
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Javier Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump. La alineación de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con esta acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17.
Las estrategia de la Casa Blanca se había cocinando desde hace meses e incluso tuvo la aprobación del Congreso norteamericano para avanzar con la compra-venta de las naves vendidas a Dinamarca. La administración de Biden también se encargó de conseguir el visto bueno del gobierno de Gran Bretaña, que desde la guerra de Malvinas se opone a toda adquisición de equipamiento militar por parte de Argentina.
De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que, como informó este diario, están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos. El argumento ahora es que los aviones daneses están mejor, tienen mejor mantenimiento.
La aprobación de la operación también pasó por el designado jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, quien después de haberse inclinado por comprar los J-17, terminó definiéndose por la variante norteamericana con el argumento de que el mantenimiento y los repuestos de esos aparatos son más fáciles de conseguir. Sucede que la Fuerza Aérea ya tiene aviones Hércules y helicópteros, todos provistos desde el país del Norte.