La oposición de izquierda presentó este martes una moción de censura contra el gobierno griego, al que acusa de manipular una grabación para hacer creer que el accidente de tren en el que hace un año murieron 57 personas fue principalmente por un error humano y no por fallas en el sistemas de seguridad. La moción, presentada por el socialdemócrata Pasok, fue respaldada por el izquierdista Syriza, que exigió la renuncia del primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, y la convocatoria de elecciones anticipadas.
¿Qué dicen las filtraciones?
El domingo pasado el semanario Το Vima reveló que la conversación entre el jefe de estación y el maquinista del tren siniestrado, hechas públicas por un medio cercano al gobierno horas después de la tragedia, fueron manipuladas para fortalecer la narrativa gubernamental del error humano. Aunque el propio jefe de estación reconoció que se equivocó al poner a los dos trenes en la misma vía, en el tramo donde se produjo el accidente no existían sistemas de seguridad que hubieran alertado de ese error.
El jefe de estación fue imputado por homicidio negligente, el mismo delito del que se acusa a varios exdirectivos de OSE, la empresa estatal de ferrocarriles. El presidente de OSE desde 2020 y hasta el día del accidente, Spiros Pateras, fue imputado por incumplimiento del deber por el traslado del jefe de estación al puesto neurálgico de Larisa, pese a que éste no cumplía con los requisitos para obtener la plaza.
La publicación no revela quien filtró el audio, pero asegura que la grabación original fue entregada a las autoridades judiciales sólo tres días después del accidente. El líder de los socialistas, Nikos Andrulakis, acusa al gobierno de ser "un grupo de poder despiadado" que viola los derechos humanos y socava el Estado de derecho, por lo que remarcó que el único camino es presentar una moción de censura, que se votará este jueves.
"Las prácticas del gobierno contrarias al Estado de derecho ofenden al país y lo alejan progresivamente del acervo europeo. Tenemos que responder hoy al grito de la sociedad que anhela justicia, luz y verdad. El pueblo griego exige que los responsables del crimen de Tempi rindan cuentas", subrayó Andrulakis al presentar este martes la moción.
El documento señala que el accidente ferroviario "puso de relieve lagunas inaceptables en la seguridad de los ferrocarriles griegos, así como deficiencias en los sistemas básicos de seguridad, que estaban estropeados o ni siquiera instalados en el momento de la fatal tragedia".
Los diputados advierten que "a la oligarquía criminal y la indiferencia del gobierno se sumó el intento igualmente criminal y metódico de encubrir el caso y crear un velo de protección para personas específicas". Todos los partidos de la oposición, excepto dos de las tres formaciones de ultraderecha, han anunciado que apoyarán la moción de censura.
El gobierno se defiende
Aunque no se espera que la moción prospere debido a la mayoría absoluta de Nueva Democracia, el partido de Mitsotakis, la oposición quiere presionar al gobierno para que brinde respuestas a las acusaciones de manipulación del audio y otros aspectos del accidente. El vocero del gobierno, Pavlos Marinakis, negó que se manipularan los audios y asegura que se trata de una "campaña antigubernamental con motivo de una tragedia nacional" para "sabotear el camino de progreso del país".
Marinakis llegó acusar al grupo AlterEgoMedia, al que pertenece el semanario que filtró la conversación, de querer dañar al gobierno por intereses económicos. AlterEgoMedia respondió con un comunicado en el que anuncia que seguirá trabajando con ética y profesionalidad contra los que calificó de "prácticas gubernamentales" que han llevado al país al puesto 107 del mundo en libertad de prensa.
El 28 de febrero de 2023, poco antes de la medianoche, un tren de pasajeros chocó frontalmente con otro de carga cerca de Larisa, causando la muerte de 57 personas, la mayoría jóvenes. Luego del accidente se sucedieron las protestas y huelgas contra Mitsotakis para exigir responsabilidades políticas.
Más de 30 mil personas se manifestaron en toda Grecia para conmemorar el primer aniversario del accidente. En Atenas algunos de los más de 20 mil manifestantes lanzaron cócteles molotov frente al Parlamento y la policía reprimió con gases lacrimógenos. También se inscribieron en rojo cerca del Parlamento los nombres de todas las víctimas. El principal sindicato del sector público, ADEDY, hizo un llamamiento a la huelga y casi todos los transportes estuvieron parados durante 24 horas.
Aunque el líder conservador fue reelegido con mayoría absoluta en junio del año pasado, el cierre precipitado este mes por parte del gobierno de una comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente, y las peticiones de los familiares de las víctimas de que se haga justicia, reavivaron el malestar contra el Ejecutivo. A pesar de los millones asignados por el gobierno, la red ferroviaria griega sufre retrasos en la modernización de los sistemas automatizados de seguridad y la gestión del tráfico.
Según una encuesta realizada por Metron Analysus, el 88 por ciento de los griegos, entre los que se incluyen muchos votantes de Nueva Democracia, cree que ni la comisión de investigación ni el poder judicial avanzaron en el esclarecimiento del caso. Otra encuesta realizada por ALCO dice que el 77 por ciento considera que el Ejecutivo de Mitsotakis intentó encubrir su responsabilidad en la tragedia.