Por primera vez, la justicia porteña condenó por maltrato y crueldad animal al dueño de un criadero clandestino de perros, quien fue denunciado por un vecino, y de donde se rescataron 17 animales en extrema vulnerabilidad. Luego de un juicio oral que duró dos días, fue condenado a 8 meses de prisión en suspenso y el cumplimiento de ciertas pautas de conducta por el plazo de 2 años.
En su fallo, la Jueza Karina Andrade, titular del Juzgado PCyF 15, declaró a los perros como sujetos de derechos y dispuso la tenencia definitiva de cada uno dentro del núcleo familiar interespecie dentro del cual se encuentran en la actualidad.
"Se trata de la primera vez que justicia porteña logra una condena por actos de maltrato y crueldad animal vinculados con la tenencia de criaderos ilegales", destacaron desde el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Respecto a las pautas que debe cumplir el imputado, se cuentan asistir al Programa Protenencia, dependiente del Ministerio de Salud, realizar una capacitación del Observatorio del “Vínculo Humano-Animal” de Argentina en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, y fijar residencia y acudir a todas las citaciones de la justicia.
"Hoy todos los animales comienzan una nueva historia. Esto es un precedente único, esto no pasó nunca, ganamos el primer juicio oral, hoy ellos tienen más voz y hoy todo nuestro trabajo vale la pena.Todos los que estamos de este lado tiramos para el mismo lado, dejando de lado los egos y poniéndonos firmes en lo que realmente vale la pena", expresaron desde la ONG Callejero Casa Quiere, tras conocerse el fallo.
La causa se había iniciado en 2022 a partir de la denuncia de un vecino, lo que motivó que se abra una investigación y se allanara el domicilio del barrio de Monserrat, donde encontraron 17 perros, entre ellos 3 cachorros, en extrema vulnerabilidad y condiciones higiénicas deplorables, rodeados de excrementos, sin luz ni ventilación natural, enjaulados, sin libre acceso a agua potable, mal alimentados y sin controles veterinarios al día.
A partir de los elementos encontrados, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) determinó que el lugar funcionaba como criadero ilegal donde que las hembras eran obligadas a parir sistemáticamente para vender a sus crías, lo que está calificado como acto de crueldad y maltrato animal.
En aquel momento, los animales rescatados fueron acogidos por las ONGs Callejero Casa Quiere, Red 4 patas y Ayudacan y luego entregados en adopción responsable.
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