5 - LAZOS DE VIDA
(One Life/Reino Unido, 2023)
Dirección: James Hawes
Guion: Lucinda Coxon y Nick Drake
Duración: 110 minutos
Intérpretes: Anthony Hopkins, Johnny Flynn, Lena Olin, Helena Bonham Carter, Romola Garai y Samantha Spiro.
Estreno en salas
Lazos de vida es ideal para estos tiempos de bolsillos flacos y licuados. Porque, ¿quién podría resistirse a la tentación de ver dos películas por el precio de una entrada? La primera de ellas transcurre en 1987 y encuentra a Nicky Winton (Anthony Hopkins) transitando en paz y tranquilidad su vejez. Como muchas personas con tantos años como mañas, tiene la costumbre de acumular absolutamente todo lo que caiga en sus manos, convirtiendo al estudio que tiene en uno de los cuartos de su casa en un pantano de papeles y objetos de todo y color. El pedido de su esposa de que libere espacio de una vez por todas lo lleva a abrir el cajón del escritorio donde junta polvo un viejo maletín. Ese objetivo vincula la primera película con la segunda, que adquiere la forma de un largo flashback que retrotrae la acción hasta 1938, cuando las tropas nazis avanzaban como topadoras sin freno por toda Europa. En el caso particular de Checoslovaquia, la llegada de los muchachos de uniforme gris generó una migración masiva de civiles a Praga.
El tramo histórico tiene al entonces agente de bolsa viajando hasta allí a raíz del llamado telefónico de un amigo. Lo que encuentra es: miles de familias vagueando sin rumbo por la calle, pedidos desesperados de ayuda para huir y escasez de alimentos ante la certeza de que se avecina el principio del fin. Winton se involucra con una voluntaria local para ejecutar un plan de adopción temporal que permita mudar a los menores a Inglaterra, con los innumerables inconvenientes burocráticos y peligros que eso implica. Peligros al que el realizador James Hawes no logra dimensionar, porque a cambio de suspenso y paranoia propone un melodrama con las limitaciones formales y narrativas propias de un telefilm de la BBC. Hay, como mandatan los convencionalismos del cine de qualité, una pomposa recreación de época, una banda sonora siempre lista para puntear las emociones y una dirección actoral que impone a sus intérpretes una afectación constante al momento de repetir las líneas de un guion que se asume importante. Lógico: la Segunda Guerra Mundial es un tema muy serio que debe tratarse como tal.
Sin embargo, cuando parece que la suerte de Lazos de vida –cuyos vínculos con la Lista de Schindler son indisimulables, aunque queda claro que Hawes no está ni cerca de ser Spielberg– está echada, el último acto vuelve a la década de 1980 para reencontrarse con el ya veterano Winton apresado en sus dilemas. ¿Qué hacer con esa valija cargada de Historia (y de historias)? ¿Y con el cuaderno donde anotó puntillosamente los detalles de los niños rescatados? La salida a la luz de aquella gesta a raíz de su aparición en un programa televisivo muy popular es el puntapié de los momentos más genuinamente emotivos de un relato que hasta entonces había navegado las aguas de los dramas bélicos más convencionales. Nada sería lo que es sin Hopkins, que incluso actuando de taquito logra transmitir la atormentada paz de ese hombre con la culpa de no haber hecho lo suficiente.