Un grupo de estudiantes que ganó un concurso pondrá en marcha una empresa en Holanda que elaborará techos ecológicos para casas utilizando desechos no reciclables como preservativos, tampones o toallitas higiénicas, usados por su gran capacidad para absorber la humedad sin deshacerse. “Tras analizar las aguas residuales, descubrimos que los restos sólidos que se recolectaban antes del tratamiento tenían varias características interesantes. Lo más llamativo es que absorben mucha agua, pesan muy poco y queda algo de ‘estiércol’ en el material”, explicó Jelle Scharff, estudiante de Ciencias y Negocios. Esas son las propiedades “exactas” que se necesitan para elaborar “un techo verde”, en sustitución de los actuales materiales, como “el sustrato de roca de lava”, que no es del todo sostenible y se extrae en países extranjeros, explicaron. El material producido se aplicaría sobre la construcción regular del techo, como se hace actualmente con los techos verdes, que utilizan vegetación como membrana impermeable. El equipo, compuesto por tres jóvenes –Scharf (24) y Bas van der Leeden (23), y Anne Korthals (25)–, participó y ganó hace una semana un concurso conocido como “Blue City Circular Challenge” en la ciudad de Rotterdam, para el que cuatro organizaciones ofrecieron una serie de desechos que querían reutilizar de forma más sostenible. Para elaborar su propuesta, los jóvenes estudiaron las aguas residuales y tuvieron que “analizar todo lo que la gente tira por el inodoro”, principalmente toallitas, preservativos, tampones y toallas sanitarias, puntualizaron.