San Lorenzo se aprovechó de dos groseros errores defensivos de Temperley, lo venció 2 a 0 de visitante y quedó como escolta de Boca. Gabriel Gudiño puso en ventaja al equipo azulgrana a los 12 del primer tiempo, luego de una pésima salida de Marcos Figueroa, mientras que Ezequiel Cerutti le puso cifras definitivas al resultado a los 31 del complemento, tras una deficiente cobertura defensiva de Marcos Pinto.
San Lorenzo sufrió en defensa, sobre todo en los envíos aéreos, y si pudo ampliar la racha positiva de Claudio Biaggio como entrenador fue por las oportunas tapadas de Nicolás Navarro, su figura junto a Belluschi, y la falta de puntería de un Temperley que sigue hundido en la zona de descenso.
A San Lorenzo le costó y mucho generar peligro. Belluschi se movió libre por todo el frente de ataque y fue el más claro de su equipo, pero únicamente Gudiño, en el primer cuarto de hora, supo interpretarlo.
El ex volante de Rafaela fue el responsable principal de que su equipo se marchará al descanso en desventaja, tras capitalizar un grosero error en la salida de Marcos Figueroa y definir con calidad ante la salida de Josué Ayala. Un disparo débil de Ezequiel Cerutti a los 20 y un violento zurdazo de Belluschi que obligó a una estirada fantástica de Ayala fueron las restantes acciones de riesgo en el primer capítulo, para un San Lorenzo que, además, en defensa, otorgó demasiados privilegios.
Si Temperley no se fue al descanso al menos con el empate fue por la impericia de sus jugadores al momento de definir. Al menos cuatro ocasiones tuvo el local para conseguir su gol, la última un contragolpe en el que Víctor Figueroa (se lesionó y al ser reemplazado quiso ir directamente hacia el vestuario) no definió bien.
En el complemento, San Lorenzo siguió lejos de mostrar su mejor versión, y a medida que decreció la gravitación de Belluschi, se acentuó la importancia de Navarro, que a los 24 minutos evitó el empate en un mano a mano ante un Ramiro Costa, quien venía de desperdiciar otra situación favorable tres minutos antes, y a los 25 volvió a intervenir para abortar providencialmente un toque en el corazón del área de Villasanti.
No fue sino a través de un nuevo grave error defensivo de Temperley que San Lorenzo pudo liquidar el partido. A los 31, Marcos Pinto quiso dejar salir la pelota por el fondo del campo, pero Nicolás Blandi se la robó y la metió al medio para el ingreso de Cerutti, quien no desaprovechó la oportunidad.