Existen las crisis de mediana edad y luego está Lucky Hank (domingos y martes a las 22 por AMC, disponible también en Flow), la serie que sube el hándicap en lo que se refiere al género de hombres que atraviesan dicha cuestión. Entrega que, por otra parte, significa el siguiente estadio de Bob Odenkirk tras Better Call Saul y Breaking Bad . No hay rastros aquí del emblemático abogado estafador de Albuquerque, excepto su manera de proferir frases tan hirientes como ingeniosas. Ya lo había dicho Odenkirk, en este caso "no hay drogas, ni armas, todo está relativamente cerca de la vida normal". Claro que este profesor universitario de Railton College se especializa en tener problemas con sus colegas, sus alumnos y su familia. “Siempre fui un hombre difícil. Me especializo en luchas menores e irritaciones insignificantes”, será su mantra durante estos ocho episodios de una hora.

Lucky Hank es una comedia agria sobre un tipo que se siente empantanado con su propia existencia en esa “capital de la mediocridad” de Pensilvania. Ama a su esposa (encantadora Mireille Enos) y a su hija (Olivia Scott Welch), pero la tensión hogareña se siente en cada escena por su sospecha de que Lily tiene un affaire. Ha publicado una sola novela (inhallable en la biblioteca del instituto, como le recuerda un estudiante) y vive eclipsado por la sombra de su padre, un catedrático a punto de retirarse. Así es como se entiende que el profesor del departamento de inglés llegue a trompearse con un ganso en el campus. “Básicamente es un tipo peleado con la vida”, le dice Oscar Nuñez a Página/12, el actor que interpreta aquí al decano del Railton College y al que se lo recuerda como uno de los contables de The Office.

No es la única conexión con aquella legendaria sitcom laboral. Se sabe, Bob Odenkirk estuvo a un tris de encarnar a Michael Scott y hasta en un episodio de aquella comedia se dio el gusto de darle vida a un jefe muy parecido al de la papelera de Scranton. Uno de los showrunners y guionistas de Lucky Hank es Paul Lieberstein, más conocido como “Toby de Recursos Humanos”. Sin embargo, el espacio, el timing y las composiciones de esta ficción, basada en una novela de Richard Russo, corren por el carril donde Hank Devereaux tiene rienda libre para la miseribilidad. “Quizás con el único que no sea tan abrasivo es el decano”, asegura Nuñez.

-Su personaje es uno de los pocos que soporta a Hank. ¿Por qué?

-Creo que Hank tuvo muchos amigos en algún momento, pero los fue perdiendo. Y con el decano se conoce desde hace un montón. Se nota que tienen una historia bajo sus espaldas y la serie no ahonda demasiado en ello. Lo cual me parece que lo hace más creíble. Tienen una lealtad. Se entienden. O saben cómo soportarse, mejor dicho. Hank es un escritor que ha escrito una sola buena novela, se nota que está frustrado como muchos del ambiente académico que querrían estar haciendo otra cosa. Creo que el decano siente algo de pena por él.

-La mordacidad de Hank es bastante lúcida, o quizás sea al revés. Como cuando dice que la adultez es estar triste “un 80% del tiempo”. ¿Cuál es el porcentaje de tristeza y de felicidad de su personaje?

-Es difícil argumentar contra esas máximas. Dicho esto, creo que el decano tiene un 70% de tristeza, lo cual es bastante cercano a lo que dice Hank. Pero aquí nadie es más triste que el protagonista. Hank disfruta de su desánimo. Si estuviera feliz no sabría qué hacer con ese estado. Existen esa clase de personas. 

-Lucky Hank sucede en un campus, así que podría incluírsela sin más dentro del subgénero "universitario". Sin embargo, aquí no se ven profesores andando en bicicletas en otoño con bufanda. ¿El ámbito sirve como excusa para algo más?

-Amo esas historias, me encantó Los que se quedan. No paro de recomendarla. Y Railton College tiene algo de esos institutos artísticos que se ven a sí mismos como liberales. Así que querrían todas esas cosas e imágenes prototípicas. Quizás ese sea el sueño de Hank.

-¿Cómo fue el trabajo con Bob Odenkirk?

-Fue genial conocerlo. En el episodio que hizo para The Office, su personaje dirigía otra empresa, así que no nos cruzamos. Es muy divertido y colaborador. Como todo el equipo, Mireille que interpreta a su esposa. Todo el elenco es genial. Y además llegué a este proyecto por Paul Lieberstein, que también estuvo en The Office. Fue una gran experiencia.

-Bob Odenkirk resaltó su actuación. Dijo que usted es “muy bueno haciendo que una persona dimensional cobre vida”. ¿Cómo definiría esa clase de personajes?

-He interpretado a maestros, curas, doctores, y contadores. Esa clase de burócratas felices que quieren hacer su trabajo, ni resaltar ni que sean malos. Mucha gente se puede sentir identificado con ello. Están los que creen que son más grandes que la vida misma, como Hank, y están los otros (risas).

Programados

* La plataforma del ratón agranda sus orejas. Desde el próximo 26 de junio, Star+ y ESPN se unirán a Disney+. De esta manera todas las series y películas de la primera, y los eventos deportivos transmitidos por la otra, convivirán el resto de sus secciones (Pixar, Marvel, Star Wars, National Geographic y Disney). Habrá tres nuevos planes de suscripción (premium, estándar y estándar con anuncios) cuyas particularidades y costos no fueron detalladas.

* Se inició en Bariloche el rodaje de Atrapados, la nueva producción local de Netflix protagonizada por Soledad Villamil, Juan Minujín y Alberto Ammann. ¿El relato? Una periodista de policiales se vincula con el principal sospechoso de la desaparición de una adolescente. Otros nombres de peso en el elenco son Matías Recalt, Fernán Mirás, Mike Amigorena y Carmela Rivero. Se trata de una transposición de una novela del estadounidense Harlan Coben, autor generoso en plotwist, accidentes y pasados imposibles de ocultar. El escritor tiene su propia colección en el servicio (Engaños, Quédate cerca, Engaños, entre otras) donde adaptan sus relatos a distintas partes del mundo. La dirección está a cargo de Miguel Cohan (Betibú) y Hernán Goldfrid (El jardín de bronce), más la producción de Haddock Films. 

* Paramount+ anunció la vuelta de Mayor of Kingstown para el próximo 3 de junio. El thriller sigue a Mike McLusky (Jeremy Renner) quien maneja los hilos de una ciudad que vive de tener una carcel. Creada por Taylor Sheridan, la ficción se sumerge en un entorno rudo y áspero al igual que sus retratados. En esta tercera temporada, la mafia rusa se instala en Kingstown, lo cual solo podrá significar una cosa: problemas. Será, a su vez, el gran regreso de Renner tras haber sobrevivido a un accidente con una máquina quitanieves hace un año. "Sólo" se rompió más de 30 huesos. 

El personaje

Tom Ripley de Ripley (Andrew Scott). El personaje de Patricia Highsmith reaparece en esta miniserie de Netflix a estrenarse el próximo jueves. El exquisito estafador neoyorquino recibe una de esas ofertas imposibles de rechazar: viajar a Italia para buscar a un joven errante. Será apenas el inicio de una compleja trama de engaños, fraude y muerte, en estricto blanco y negro sesentoso.