Pese a la reciente recuperación de la economía, los problemas en el mercado laboral se profundizan. Un informe del flamante Observatorio de Empleo, Producción y Comercio Exterior (ODEP) de la UMET relevó una serie de indicadores relacionados con la calidad de las condiciones laborales que muestran retrocesos en estos últimos dos años, inclusive en el actual período de recuperación económica. El documento advierte que los trabajadores asalariados registrados pierden peso a costa de los monotributistas, lo que evidencia un aumento de formas de contratación precaria. De hecho, se observa una caída de la cantidad de puestos de trabajo en los sectores de mejor remuneración y crecimiento en los peores pagos. Entre 2016 y lo que va de 2017, se perdieron casi 50.000 puestos de trabajo registrados privados en los sectores con remuneración mayor al promedio.
El presidente Mauricio Macri presentará hoy al mediodía en el Centro Cultural Néstor Kirchner una serie de directrices de política sobre los planes de ajuste y flexibilización que busca aprobar con el impulso del triunfo electoral. Uno de los anuncios clave se relaciona con la reforma laboral que está en gateras, aunque la precarización de las condiciones de trabajo ya empezó sin esperar la sanción de nuevos leyes o convenios colectivos. En todo caso, lo que se podrá observar a partir de ahora es una mayor profundización.
Un claro indicador de los problemas relacionados con el mercado laboral es la evolución de los trabajadores registrados según la modalidad de ocupación. “La proporción de trabajadores en relación de dependencia asalariada del sector privado perdió lugar frente al crecimiento de aquellos registrados como monotributistas”, advierte el informe de ODEP, flamante organismo coordinado por la economista Paula Español. “En los últimos dos años se observaron transformaciones en el mercado de trabajo que generan señal de alarma por indicios de precarización y de dificultad en la generación de empleo de calidad”, remarcó Español el viernes durante la presentación del informe, de la que también participaron el titular del Suterh, Victor Santa María; el rector de la UMET, Nicolás Trotta; el secretario adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko; el director del IET, Mariano Miguel; el director de la carrera de Economía de UMET, Arnaldo Bocco, y el referente del CIMA Ariel Aguilar.
Al analizar las cifras publicadas por el Ministerio de Trabajo, se observa que la cantidad de trabajadores asalariados registrados del sector privado se encontraba en agosto de 2017 por debajo de los niveles de noviembre de 2015. En la etapa de contracción económica, entre noviembre de 2015 y agosto de 2016, se registraron 82.000 asalariados menos, lo que significó una caída de 1,3 por ciento, al mismo tiempo que se sumaron 33.500 monotributistas. A su vez, en el período de recuperación, de noviembre de 2016 a agosto de este año, se sumaron 54.000 trabajadores registrados del sector privado asalariado, sin llegar a compensar aún la caída de los meses previos. Al mismo tiempo, esta suba representa un poco más de la mitad del crecimiento de los monotributistas (104.500), por lo que la proporción de asalariados privados siguió disminuyendo.
Más allá del crecimiento de los monotributistas, hay otra serie de indicadores que revelan el aumento de la precarización laboral como el porcentaje de trabajadores que: I) gozan de vacaciones pagas; II) cobran aguinaldo; III) cuentan con días por enfermedad; IV) poseen obra social; V) tienen descuento jubilatorio. A esto se le suma la proporción de trabajadores que buscan trabajar más horas, lo que refleja situaciones de subempleo. “La proporción de trabajadores que gozan de esos beneficios cayó entre 3,6 y 4,1 puntos porcentuales en los últimos dos años. En tanto, la proporción de aquellos que manifiestan intenciones de trabajar más horas creció 3,4 puntos porcentuales en el mismo período”, destaca el informe de ODEP. Al segmentar por nivel educativo, se observa una evolución similar. La proporción de trabajadores que poseen beneficios laborales ha caído entre 1,4 y 2 puntos porcentuales entre aquellos ocupados que han cursado la escuela primaria como máximo nivel de estudios.
La evolución de los puestos de trabajo asalariados registrados privados también evidencia señales de precarización. Los sectores cuyo salario promedio se encuentra por encima de la media han caído, incluso con la recuperación económica en este último año. En cambio, los sectores con salarios menores al promedio son los que explican la creación de trabajo registrado privado en el último año. “No sólo cayó la cantidad de asalariados registrados desde el cambio de gestión, sino que hacia su interior se observa un aumento de participación de los trabajos peores pagos en detrimento de los mejor remunerados”, se destaca.
Por último, el informe de ODEP advierte que el sur de la Ciudad de Buenos Aires y los Partidos del Gran Buenos Aires muestran indicadores laborales que se encuentran entre los peores del país. “El desempleo en las comunas del sur de la CABA llegó en el segundo trimestre de 2017 a 16,9 por ciento, el nivel más alto del registro de la Encuesta realizada por el Gobierno de la Ciudad. A modo de comparación, el desempleo en las comunas del norte fue del 7 por ciento, lo que da cuenta de la creciente desigualdad al interior de la ciudad”, se remarca en el trabajo.
Por su parte, el Gran Buenos Aires presenta la segunda tasa de desocupación más alta de los aglomerados relevados por el Indec (10,9 por ciento), sólo por detrás de Mar del Plata (11,9) y por encima del promedio nacional (8,7 por ciento). En relación a los indicadores de precarización, se destaca también que el área más afectada en términos de pérdida de derechos laborales en los últimos dos años fue el aglomerado conformado por la CABA y Gran Buenos Aires. En esta región, la caída de la proporción de trabajadores cubiertos por derechos laborales fue de 1,7 a 2,2 puntos porcentuales.