En un escenario marcado por la incertidumbre a nivel nacional y mundial, con altos niveles de desigualdad socioeconómica y una conflictividad creciente, cobra vigencia la necesidad de pensar, profundizar y promover proyectos alternativos que surjan desde las bases. Sin duda, para poder proyectar escenarios de futuro para el campo social y solidario es necesario comprender el papel estratégico que tienen la comunicación y la cultura para estas organizaciones.
En este camino, del 4 al 14 de marzo se desarrolló la V Semana Universitaria de la Economía Social, promovida por CIRIEC-España y la Red ENUIES. En ese marco, el Centro de Estudios de la Economía Social de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid organizaron el encuentro “Intercambios sobre la comunicación de la Economía Social y Solidaria en Argentina y España”. Una iniciativa en la que se reconoce y se pone en valor el papel de las universidades públicas también fuera de las aulas, articulando y generando instancias de encuentro con los actores y poniendo en diálogo saberes diversos.
La actividad planteó el intercambio de miradas y experiencias de España (REAS) y de Argentina (Cooperativa Huvaití), con la moderación de las universidades. Las reflexiones giraron en torno a las limitaciones y los desafíos comunicacionales que presenta la Economía Social y Solidaria (ESS) en ambas latitudes. El espíritu de la iniciativa fue pensar colectivamente y desde las propias prácticas y actores el presente y el futuro de la comunicación, y establecer diálogos entre experiencias de distintos países para identificar sus singularidades, pero principalmente tratar de poner en valor lo que tienen en común y pensar la posibilidad de llevar adelante proyectos compartidos.
La comunicación es una de las funciones más sensibles, a través de la cual las organizaciones de la ESS intentan visibilizar lo no visible, problematizar elementos de la realidad que se encuentran normalizados, disputar y construir sentidos, incidir en el Estado y las políticas públicas, o establecer relaciones con la ciudadanía o las comunidades organizadas. Pero aún reconociendo su relevancia, la comunicación también se plantea como una de las debilidades para promover su desarrollo y para lograr una mayor eficacia cultural. Por esto, en el encuentro se reflexionó sobre la necesidad de generar instancias, espacios o sujetos en los que se plasme una integración y cooperación entre actores solidarios vinculados a la comunicación. El desafío de perforar la endogamia en la comunicación de las organizaciones, de poder llegar a otros públicos con una propuesta transformadora y significativa, exige la construcción de sinergias comunicacionales, en un contexto también marcado por las asimetrías en el poder de fuego comunicacional.
Asimismo, parece necesario contraponer a la propuesta cultural basada en el individualismo, la apatía, la competencia y la meritocracia, una mirada que priorice a las personas en comunidad, articulando acciones, cooperando y generando las condiciones suficientes para incluir a la mayoría de los ciudadanos. Frente a una economía que tiende a la concentración, la necesidad de construir una economía basada en la articulación de actores, atravesada por la equidad y la sostenibilidad de la vida, en la que la construcción colectiva y comunitaria sean factores de desarrollo.
Justamente, una condición necesaria para poder avanzar en este tipo de procesos es generar intercambios que permitan que los actores se conozcan, compartan sus realidades, identifiquen líneas comunes de acción, construyan vínculos políticos, estratégicos y económicos. En el caso de la actividad mencionada, los intercambios dieron lugar a reflexiones y aprendizajes específicos para la comunicación de las organizaciones. Por una parte, la necesidad de combinar la personalización con la amplificación, la virtualidad con el territorio, el diálogo presencial con la interacción en redes. Una comunicación en la que puedan convivir calles y pantallas, altavoces y susurros, que intente ocupar todos los intersticios para la puesta en común de una propuesta alterativa y transformadora, que se pregunta por el otro, que valoriza lo común y lo público.
Tanto en España como Argentina continúa vigente la necesidad de profundizar la definición del sujeto político económico de la economía popular, social, solidaria. La identidad en la diversidad de actores y de prácticas como camino para consolidar un proyecto común, que permita construir colectivamente con más fuerza una alternativa económica, desarrollar mercados para sus productos y servicios, que integren también al público consumidor, que genere sentido de comunidad.
Otro aspecto es la disyuntiva que se plantea frente al avance de la comunicación digital, particularmente las redes sociales. Qué hacer frente a un mundo cada vez más mediatizado, ante las dificultades propias para su utilización por parte de las organizaciones. Las miradas en torno a esto fueron desde profesionalizar la comunicación, generar mayor articulación con organizaciones de la comunicación y la cultura comunitaria, así como también recuperar el espacio público como instancia de comunicación efectiva y con mayor capacidad de acción por parte de la ESS.
Finalmente, otro aprendizaje consiste en la pertinencia de avanzar hacia un mayor nivel de integración comunicacional. Esto puede suponer, según coincidieron las y los participantes del encuentro, la construcción de sujetos políticos que piensen, construyan consensos y diseñen estrategias para una comunicación propias para el sector, en clave de movimiento. Una comunicación para otra economía, desde la intercooperación.
* Cooperativa de trabajo Huvaití
** Centro de Estudios de la Economía Social de la Universidad Nacional de Tres de Febrero