Luego de que se confirmara el recorte de la mitad de los contratos del Espacio Unzué y se suspendieran sus actividades, los trabajadores del espacio realizaron este fin de semana un festival en defensa de este Monumento Histórico Nacional que desde hace más de una década venía ofreciendo ininterrumpidamente actividades culturales y recreativas para los vecinos de Mar del Plata. En la calle, y con las puertas del establecimiento cerradas, denunciaron que con estas medidas se ve “totalmente desmantelado el funcionamiento del lugar”.

Ubicado sobre el Boulevard Marítimo, y dentro del predio del histórico Instituto Unzué inaugurado en 1912, el Espacio Unzué es uno de los sitios de Promoción de Derechos de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) de la Nación que, a lo largo y ancho del país, ofrecen actividades culturales y recreativas destinadas especialmente al público infantojuvenil.

Desde 2013, el Unzué brinda ininterrumpidamente talleres, juegos y espectáculos culturales para los vecinos de Mar del Plata. Pero desde la última temporada de verano sus trabajadores vienen resistiendo al ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei, que los llevó funcionar durante meses sin presupuesto oficial ni autoridades designadas.

Para febrero de este año ya habían realizado dos festivales masivos dentro del predio, reclamando a las autoridades una respuesta sobre el futuro incierto del espacio. Y el miércoles pasado recibieron la confirmación de sus sospechas: en vísperas del fin de semana largo, y vía mail, fueron notificados de quince nuevos despidos sobre el total de treinta contratos que tiene el Unzué. De estos quince trabajadores, diez corresponden al área cultural, cuatro a la de primeros años y uno a la de promoción de derechos. Según explicaron, los despidos alcanzaron a trabajadores que tenían más de nueve años de antigüedad y plantearon que la medida deja “totalmente desmantelado el funcionamiento del lugar”.

Como respuesta a los despidos, este fin de semana los trabajadores habían convocado a una serie de actividades culturales en el predio del antiguo Instituto Unzué, pero las nuevas autoridades les impidieron abrir las puertas del lugar por primera vez en su historia. En sus redes sociales, comunicaron: “En el 2013 lo pensamos, lo proyectamos, lo hicimos. Un espacio público para las infancias y sus familias. Por el Unzué pasaron más de un millón de visitantes, miles de artistas locales, cientos de trabajadores eventuales, cientos de emprendedores de la economía social, tres gestiones . En diez años armamos un equipo de profesionales de treinta trabajadores. Hoy no abrimos las puertas por primera vez. ¿Por qué? Por una orden que vino de CABA el jueves a las 17 horas acompañada de quince despidos. ¿El criterio? No lo sabemos. Pero creemos que el espacio pertenece a los visitantes, a los marplatenses”.

Ese mismo jueves, y a través de una asamblea, se decidió la realización de un nuevo festival que tuvo lugar el pasado sábado sobre la calle Río Negro, frente al ingreso principal del Espacio Unzué. En él, los trabajadores sacaron a la calle los juegos, la feria, los talleres y los espectáculos culturales que históricamente caracterizaron al espacio. El evento finalizó con un aplauso colectivo bajo la consigna “No a los despidos, no al cierre del Unzué”.

“Allí se recibe a los sectores más vulnerables de la sociedad marplatense. Se atiende personalmente cada situación de manera integral y se busca dar curso a políticas públicas nacionales específicas para cada problemática. Además, se realizan actividades recreativas gratuitas, que buscan garantizar el derecho de los niños al juego y al esparcimiento”, concluyeron los trabajadores sobre la importancia de este espacio.