Desde este miércoles 3 de abril, el gobierno nacional habilitó la inscripción para el programa de "vocuchers educativos" que asiste económicamente a alumnos de escuelas privadas que reciben aportes del Estado. Página 12 consultó a especialistas sobre el impacto que tiene la medida en pleno desfinanciamiento del sistema escolar estatal.

Hasta el 30 de este mes, padres y tutores de estudiantes de no más de 18 años inclusive que asistan a escuelas privadas con al menos 75% de aporte estatal, pueden anotarse como beneficiarios. Es requisito que la cuota del colegio sea menor a $54.396 mensuales y que el ingreso familiar no supere "el equivalente a siete salarios mínimos vitales y móviles" --es decir, unos $1.419.600--.

El "voucher", cuyo trámite se realiza únicamente a través de la web argentina.gob.ar, implica un 50% del valor de la cuota de jornada simple (sin incluir actividades extracurriculares), y tiene un tope de $27.198 por hijo, en función de la cuota base (marzo de 2024) para mayo, junio y julio. 

"La propuesta se enmarca en un proceso de desfinanciamiento del sistema escolar: por un lado se subsidia doblemente a la escuela privada y se desfinancia a la estatal", explica la licenciada en Ciencias de la Educación y especialista en políticas públicas Roxana Perazza.

En ese sentido, a la experta le resuena la "vieja disputa" entre la escuela privada y la estatal y señala que el problema está en que apoyar a la primera sea en desmedro de la segunda. Para ella, desde el gobierno nacional "hay una opción política de fortalecer el ámbito privado también en educación" y además se trata del "cumplimiento de una promesa de campaña para satisfacer a su público". 

Las especialistas consultadas coinciden en que el llamado "voucher" no es más que un subsidio por tres meses a ciertos sectores cuyos hijos asisten a determinadas escuelas con alta subvención y baja cuota. "Lograron instalar la idea de un voucher que consiste en un modelo de financiamiento a la demanda que garantizaría la libertad de las familias de elegir la escuela que quieren", señala Myriam Feldfeber, profesora e investigadora de la UBA. 

"La idea del voucher alimenta una fantasía de una escuela ideal que no se comprueba en el mundo real. Estamos en un momento en el que se intenta impugnar a la educación pública dentro de un discurso contra el Estado. Pero las investigaciones demuestran que las escuelas estatales son un lugar de referencia para las familias, un lugar donde encuentran respuestas, donde a los chicos, chicas y chiques les gusta estar", indica la vicedecana de la Facultad de Filosofía y letras de la UBA, Graciela Morgade.

En el contexto del desmantelamiento del sistema escolar estatal, las tres expertas remarcan con preocupación la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y del Fondo de Compensación Salarial Docente

Por su parte, Feldfeber plantea que se trata de una "decisión de política pública", y expresa que "el gobierno busca correr al Estado de su rol de garante del derecho a la educación que, en un país federal, ayude a superar las profundas desigualdades que hay entre las jurisdicciones. Al dejar de transferir recursos a las provincias, contribuye al deterioro de las condiciones de escolarización y del trabajo docente".

Informe: Carla Spinelli