El Ministerio de Economía actualizó los valores máximos de facturación para determinar qué empresas califican como MiPyMEs, pero el incremento quedó muy por debajo de la inflación interanual del 276,2%. Los nuevos parámetros definen subas del 164,84% para construcción; 148,29% para servicios; 181,25% comercio; 189,38% industria y minería; y 148,21% agropecuario.
Desde la cartera económica señalaron que esto "garantiza que las MiPyMEs continúen con los beneficios" que otorga ese certificado, como ventajas impositivas, previsionales y acceso a avales. Explicaron que, al ser la facturación promedio de los últimos tres años, "a mayor inflación en el último respecto de los anteriores, menor es la probabilidad de que una MiPyME pierda su categoría".
No obstante, el especialista Sebastián Domínguez alertó que se pueden presentar dos problemas. Por un lado, empresas que solicitaron el Certificado en marzo quedarán perjudicadas al tomarse parámetros de marzo 2023. Por otro, por la inflación algunas firmas podrían quedar encuadradas en una categoría más alta o directamente ser consideradas grandes empresas.
Domínguez advirtió que esta actualización por debajo de la inflación "no es un tema menor", ya que las compañías "pueden llegar a perder beneficios tributarios relevantes" como incremento en contribuciones patronales, variar el cómputo de impuestos y eliminar la posibilidad de solicitar certificados de exclusión de regímenes de forma simplificada, entre otros.
Según datos oficiales, hay 1.758.722 de personas humanas y jurídicas con el certificado MiPyME vigente, de las cuales 424.275 son empleadores que generaron 4.005.994 puestos de trabajo en 2023. Domínguez propuso que los parámetros se actualicen trimestralmente por el IPC para "reflejar el efecto pleno de la inflación".