La decisión del ministro de Defensa, Luis Petri, de desmantelar el área de Defensa que investigaba los crímenes de la dictadura tuvo su primer correlato judicial. Abogados querellantes presentaron una acción de amparo y un pedido de una medida cautelar ante el juzgado de Daniel Rafecas, donde tramita la megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos dentro de la órbita del Primer Cuerpo de Ejército.
La presentación fue hecha por Pablo Llonto y Mariana Maurer durante la jornada del miércoles y ya está siendo analizada por Rafecas. Le piden al juez que dicte una cautelar que disponga el mantenimiento de los expertos en el trabajo de archivos que fueron despedidos y que se proteja la documentación.
El miércoles 27 de marzo, al filo de fin de semana largo por Pascuas, el director de Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario del Ministerio de Defensa, Lucas Miles Erbes, comunicó el despido de diez de los trece trabajadores que se desempeñaban en los Equipos de Relevamiento y Análisis (ERyA) de archivos de las tres Fuerzas Armadas.
Los ERyA se crearon durante la gestión de Nilda Garré al frente del Ministerio de Defensa en respuesta al decreto de Cristina Fernández de Kirchner que en 2010 ordenó desclasificar toda la información que estuviera en poder de las Fuerzas Armadas sobre el período de la última dictadura. Su trabajo se mantuvo durante los últimos catorce años –a pesar de los despidos que tuvieron lugar durante el gobierno de Mauricio Macri.
Los integrantes de los ERyA son expertos en distintas disciplinas --todos civiles-- que trabajan con archivos que están en poder de las Fuerzas Armadas. Se formaron para entender las lógicas de la documentación militar y poder reconstruir lo que no está en los legajos, que en muchos casos fueron adulterados por los propios interesados. En total, los ERyA produjeron más de 170 informes para que los tribunales y las fiscalías pudieran investigar los crímenes de la dictadura.
Según denunciaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), hubo una decisión de desarmar los ERyA por parte de Petri y de su número dos, Claudio Pasqualini, el actual secretario de estrategia y asuntos militares. Pasqualini fue el jefe del Ejército durante la gestión Cambiemos y, desde ese puesto, fomentó una política de “memoria completa” –como la que propone el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel. Pasqualini es el yerno de Athos Renés, condenado a prisión perpetua por la masacre de Margarita Belén.
“Se pone en riesgo el resguardo de la totalidad de la prueba documental original que se encuentra en los archivos de las Fuerzas Armadas y la producción de informes especializados a requerimiento del Poder Judicial que los Equipos vienen realizando desde el año 2010 y constituyen pruebas fundamentales para los juicios de Lesa Humanidad de todo el país y, además todo este trabajo de los equipos ha resultado y resulta un medio para dar cumplimiento a las obligaciones internacionales asumidas por el Estado argentino de investigar y sancionar a los responsables por graves violaciones a los derechos humanos sumado al enorme aporte al derecho a la verdad para las víctimas, sus familiares y la sociedad en su conjunto”, escribieron Llonto y Maurer.
Recientemente, la Cámara Federal de Casación Penal –a través de un voto del camarista Alejandro Slokar al que adhirió su colega Ángela Ledesma– exhortó a resguardar los archivos que se producen en los juicios y habló del derecho a la verdad que tiene la sociedad toda a ser informada sobre las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante los años del terrorismo de Estado.
Hubo ya pronunciamientos de fiscales en contra de la decisión de discontinuar el trabajo de los ERyA. Después de que trascendiera que el gobierno había decidido no continuar con la política de archivos y derechos humanos, el fiscal federal Miguel Palazzani --a cargo de las unidades que investigan crímenes de lesa en Bahía Blanca y Neuquén-- le envió un oficio al ministro para que evite "cualquier decisión que pueda poner en peligro el acervo documental que conforma y gestiona el archivo de Defensa”.
La decisión de terminar con los equipos que investigaban los crímenes de la dictadura dentro del Ministerio de Defensa se conoció días antes de que el presidente Milei convocara a una nueva “era de reconciliación con las Fuerzas Armadas” y días después de que el ministro Petri dijera que los militares habían sido “demonizados” por su actuación en los años ‘70 –cuando secuestraron, torturaron, violaron, asesinaron, desaparecieron y se robaron los hijos de sus víctimas.
Petri viene concediendo algunos reconocimientos simbólicos para la familia militar más rancia: permitió homenajes a condenados por crímenes contra la humanidad --como Horacio Losito-- y se fotografió junto a Cecilia Pando, reconocida por su activismo pro-impunidad. Como ya reveló este diario, funcionarios de Defensa fueron a la Unidad 34 de Campo de Mayo para entrevistarse con militares y policías detenidos por delitos aberantes para escuchar sus reclamos.
Una denuncia desde la Legislatura
Las diputadas porteñas Victoria Montenegro (Unión por la Patria) y Alejandrina Barry (FIT-U) convocaron a una conferencia de prensa para este viernes a las 9.30 para denunciar el desmantelamiento de esta estructura del Ministerio de Defensa.
La actividad se realizará en el salón Perón de la Legislatura porteña y contará con la presencia de referentes del movimiento de derechos humanos, sindicales y políticos. Estarán presentes también los despedidos por Petri.
En un comunicado, las legisladoras dijeron que se trata de un "grave intento de hacer retroceder los procesos de Memoria, Verdad y Justicia y que se alinea con las posturas negacionistas del gobierno nacional respecto al genocidio ocurrido en la Argentina".
Para que Petri explique
El diputado nacional Hugo Yasky también presentó un pedido de informes para que el ministro de Defensa explique su decisión. El secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) preguntó cómo Petri tiene pensado colaborar con las investigaciones por crímenes cometidos durante la dictadura y cómo asegurará la preservación del acervo documental. Además, reclamó que justifique los motivos que llevaron a la eliminación o reducción al mínimo de los equipos.
"El trabajo de los equipos, el acceso a material que durante mucho tiempo fue secreto
pero que además es de difícil acceso para quien no trabaja en su sistematización y
tiene un conocimiento técnico, permitió la elaboración de informes que han sido
claves en múltiples procesos judiciales por ejemplo: el Operativo Independencia y el
accionar del destacamento 142, el juzgamiento de los crímenes sexuales llevados
adelante en la Escuela Mecánica de la Armada, la reconstrucción del circuito
represivo Zárate-Campana", ejemplificó Yasky.