El escándalo por la participación de espías rusos durante las elecciones presidenciales del año pasado se cierra cada vez más sobre Donald Trump. Tres ex asesores de campaña del republicano están hoy bajo la mira del fiscal especial del FBI que investiga la presunta injerencia de Rusia en los últimos comicios en el país norteamericano. Uno de ellos incluso confesó que se reunió con la sobrina de Vladimir Putin en marzo de 2016 y con el embajador ruso en Londres para recibir “datos sucios” de Hillary Clinton y programar reuniones con el equipo del Kremlin.
George Papadopoulos, asesor de política exterior del magnate, admitió luego que mintió sobre sus encuentros con oficiales extranjeros cercanos al Gobierno ruso en 2016 y se declaró culpable de los cargos del fiscal especial Robert Mueller. El abogado aseguró que Papadopoulos “interfirió” en la investigación al ocultar su encuentro con un “profesor” ruso que le brindó información “sucia” sobre Clinton, rival del magnate. Aunque más tarde el imputado confirmó también que se encontró con la sobrina del presidente Vladimir Putin, y con el embajador ruso en Londres en marzo de 2016. Después de que Trump fuera designado candidato republicano, Papadopoulos discutió inclusive en correos electrónicos una posible reunión extraoficial entre miembros de la campaña y el equipo de Putin.
Temprano esta mañana, Paul Manafort, el jefe del equipo de Trump, y su ex socio comercial, Rick Gates, se entregaron a las autoridades de la agencia para cumplir una orden de arresto por 12 cargos, entre los que se incluyen “conspiración contra Estados Unidos”, “tentativa de lavado de dinero” y “falso testimonio”.
Sobre ellos recaen denuncias además por no haber presentado informes de cuentas en el exterior y por ser agentes no registrados en autoridades extranjeras, entre otros. Por su parte, Gates aparece además en documentos vinculados a compañías de Manafort establecidas en Chipre para recibir pagos de políticos y empresarios en Europa del Este. Ambos fueron puestos en prisión domiciliaria.
Automáticamente, Trump intentó desligarse de la imputación de ambos, señaló via twitter que eran casos que referían “a años atrás”, antes de que Manafort fuera jefe de su campaña, y volvió a rechazar que exista “una conspiración” con Rusia.