Las vallas impidieron este mediodía que las organizaciones sociales pudieran acercarse hasta la entrada del CCK en momentos en que Mauricio Macri presentaba los nuevos lineamientos de su gobierno. La convocatoria de la Corriente Clasista Combativa, Barrios de Pie y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular llegó hasta Corrientes y Reconquista bajo la consigna “Sin Tierra, Techo y Trabajo, la reforma es contra los de abajo”. En las inmediaciones del Centro Cultural Kirchner , no ahorraron críticas al rumbo que quiere tomar Macri.

“Los más humildes, los trabajadores de la economía popular, no fuimos convocados a este supuesto acuerdo nacional. Nosotros siempre estuvimos dispuestos al diálogo y en un momento crítico nos excluyen. De continuar así, vamos a seguir en la calle como lo hicimos hoy”, consideró Esteban Gringo Castro, secretario general de la CTEP.

En un documento conjunto, las tres agrupaciones consideraron que “el vallado policial que nos divide es una clara metáfora del diálogo que plantea el gobierno. De un lado, los integrados que pueden debatir el futuro de la Argentina, del otro, los excluidos en la calle”. Además, afirmaron que “detrás de la máscara de este encuentro se esconde un paquete de reformas estructurales a tono con los mandatos del FMI y del establishment económico mundial”.

Los movimientos sociales llegaron con bombos, pancartas y consignas lo más cerca que pudieron, en medio de un fuerte operativo policial, que se fortificó a las 12.30 cuando Macri ingresó para dar su discurso. Mientras el mandatario habló, se quedaron junto a las vallas, a pocas cuadras del CCK y se desconcentraron tras los anuncios.

En el texto que difundieron hay un pedido para “que se discuta un programa de reformas inclusivas para los tres ejes de la economía popular”, esto es, Tierra, Techo y Trabajo.

En ese sentido, reclamaron “una reforma agraria integral y popular que respete la naturaleza del avance arrollador del monocultivo, la megaminería y el extractivismo”; una reforma urbana que garantice una real integración de los 4228 barrios populares de la Argentina” que permita tener agua, luz, cloacas y un millón de lotes para paliar el déficit habitacional; y “derechos laborales para todos los trabajadores de la economía popular”, lo cual se traduce en acceso a la seguridad social.