Desde Rosario
El edificio del Sindicato de la Carne, ubicado en sur rosarino, fue atacado la noche del miércoles con combustible, fuego y tiros. Además, dejaron una nota amenazante. Según trascendió, el texto hace referencia a un tema sindical y no está inscripto en la serie de atentados que costaron la vida de cuatro trabajadores, dos taxistas y dos choferes del transporte urbano. Este incendio y balacera estarían conectados con otra agresión ocurrida la misma noche: dos motos de trabajadores de un frigorífico fueron incendiadas en el galpón bicicletero de la firma Paladini en Villa Gobernador Gálvez. En febrero del año pasado, el mismo edificio gremial de la calle Fausta al 5300 fue objeto de un atentado similar.
El ataque fue concretado por dos hombres jóvenes que se desplazaban en una moto y quedó registrado en un video en una de las cámaras de seguridad del gremio. Las imágenes muestran una moto con dos ocupantes. De ella desciende el acompañante, en tanto el conductor gira en "U" y se estaciona sobre la acera de enfrente. Tras depositar una bolsa en el suelo, el joven comienza a rociar la pared del frente del edificio sindical con combustible que lleva en un bidón. Luego extrae un encendedor y se produce una gran llamarada tras los cual comenzó a prenderse el fuego. Entonces, el atacante cruza hacia donde está su acompañante, extrae un arma y efectúa un disparo contra el local. Tras subir a la moto, los agresores huyen rápidamente del lugar.
Además del incendio y ataque a balazos, los jóvenes dejaron una nota con amenazas. Esa nota --ahora en manos de los investigadores-- es la llave para esclarecer el hecho. En la misma se habla de que "todo ciclo tiene su fin" e indicaría que no tiene que ver son los atentados de los últimos tiempos, según pudo saber este diario.
En diálogo con LT8, el secretario general del Sindicato de la Carne, José Fantini, confirmó que "en forma casi simultánea" al hecho producido en el gremio se produjeron ataques incendiarios contra dos motos de trabajadores del frigorífico Paladini ubicado en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
Ante estos episodios, el dirigente se mostró muy preocupado y aseguró desconocer el motivo de semejante agresión. "Sabemos que a las 10 y cuarto de anoche, una moto paró frente al sindicato. Bajó un hombre, efectuó varios disparos, tiró una bomba molotov y una oficina casi se prendió fuego. En ese momento, había un sereno que vio todo, pero no le pasó nada. Estamos preocupados porque en este momento deberíamos estar ocupados en cómo marcha el país y no por estas estupideces que causan más miedo a los rosarinos", remarcó.
El dirigente aseguró que el sindicato cuenta con un sistema de cámaras que captaron la secuencia del ataque y que ese material se entregará a la policía. También los investigadores levantaron vainas y restos de plomo. "Estamos muy preocupados, porque no hay interna sindical. Tuvimos elecciones en el 2023 y no hubo problemas. Siempre fuimos un sindicato de puertas abiertas y los que quisieron presentarse a elecciones pudieron hacerlo sin inconvenientes", aseguró.
"Veremos de dónde viene todo esto. En esta zona nos conocemos todos. Hace muchos años que estamos acá", señaló Fantini, quien confirmó los otros dos ataques incendiarios. "Aparentemente, estarían relacionados con lo ocurrido en el sindicato porque los dos hechos se dieron en forma casi simultánea. Prendieron fuego dos motos y al parecer también dejaron una nota intimidatoria, según me dijeron los delegados. Lo mismo hicieron en el sindicato, pero en este caso la nota ya la retuvo la policía. No sabemos qué decía ese papel", agregó.
No es la primera vez que atentan contra el edificio del Sindicato de la Carne. El 4 de febrero del año pasado, la sede fue baleada por sicarios que dejaron una nota dirigida a los reclusos Leandro “Gordo” Vilches y Héctor Rodolfo “Eri” Masini, ambos condenados por narcotráfico y vinculados a Los Monos. Minutos antes, habían disparado contra el frente de la Policía de Investigaciones, donde también se halló un cartel para los mismos presos.
Tiempo después, pudo establecerse que esas dos balaceras fueron en el marco de un conflicto interno de Los Monos. Una facción que estaba presa en el penal de Ezeiza, integrada por Leandro “Pollo” Vinardi, Carlos Damián “Toro” Escobar y Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, buscaba de este modo mandarle mensajes mafiosos a los reclusos Vilches, Masini y Pablo Nicolás Camino, que por entonces estaban alojados en el penal de Rawson.
Según la causa, los fiscales pudieron determinar que los dos bandos estaban enfrentados por una deuda por un cargamento de cocaína cercano a los 100 mil dólares.