La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebró este jueves los 75 años desde su fundación, con una ceremonia en Bruselas que incluyó un llamado a la unidad transatlántica, una de las principales preocupaciones de la alianza. En la sede de la OTAN los ministros de Relaciones Exteriores de los 32 países pronunciaron breves discursos, cortaron una pequeña torta y celebraron los logros de la alianza militar sin olvidar las amenazas que la acechan. En la otra vereda el Kremlin advirtió que las relaciones entre Rusia y el bloque occidental se encuentran al borde de "la confrontación directa" debido a la guerra en Ucrania.
La amenaza de Trump
En su discurso por el aniversario, el secretario general de la alianza, el noruego Jens Stoltenberg, se refirió a las preocupaciones por un distanciamiento entre Europa y Estados Unidos en materia de defensa y seguridad. "No creo en Estados Unidos en solitario, de la misma forma en que no creo en una Europa en solitario. Creo en Estados Unidos y Europa juntos en la OTAN, porque juntos somos más fuertes y estamos más seguros", dijo Stoltenberg.
En Washington el presidente estadounidense Joe Biden se refirió en un comunicado al "compromiso sagrado" de los países de la OTAN con la defensa recíproca en caso de ataque a uno de ellos. Cuando era presidente, Trump desató una enorme crisis en la OTAN por cuestionar a aquellos países que no estaban al día en sus aportes financieros y gastos en defensa.
En su nueva campaña a la Casa Blanca, Trump volvió a preocupar a las capitales europeas al afirmar que alentaría a Rusia a hacer "lo que le dé la gana" con los países que no inviertan lo acordado en defensa. En respuesta la alianza militar se apuró a iniciar una fuerte campaña para que los países miembros inviertan al menos el dos por ciento del producto bruto interno (PBI) en defensa. Si en 2014 apenas tres países de la OTAN alcanzaban ese nivel de gasto militar, la alianza espera cerrar este año con al menos 20 países en esa situación.
Ucrania en la agenda
Más allá de las preocupaciones con Trump, la reunión en la sede de la OTAN en Bruselas volvió a estar marcada por la guerra en Ucrania. Los países de la alianza ya enviaron a Kiev decenas de miles de millones de dólares en ayuda en equipos militares y armas. Sin embargo el aporte de la OTAN, especialmente el proveniente de Estados Unidos, está perdiendo impulso, lo que hizo que las fuerzas ucranianas se hayan puesto a la defensiva en el frente de batalla.
Ante ese escenario Stoltenberg impulsa la creación de un gigantesco fondo de 100 mil millones de euros (unos 108 mil millones de dólares) en los próximos cinco años para garantizar el apoyo a Ucrania. Ese plan, que Stoltenberg justifica por la necesidad de hacer que la ayuda a Ucrania sea "predecible" y de largo plazo, recibió por ahora un apoyo moderado.
Stoltenberg también presiona para que la OTAN como organización participe más directamente en la coordinación de las entregas de equipos militares a las fuerzas ucranianas. En la jornada Stoltenberg también mantuvo reuniones con el jefe de la diplomacia de Ucrania, Dmytro Kuleba, quien habló sobre "las necesidades de corto y largo plazo" en materia de armamentos.
Antes de esa reunión Kuleba apuntó que no pretendía "arruinar la fiesta" de la OTAN por su aniversario, "pero mi principal mensaje es 'Patriots'", en referencia a los misiles tierra-aire estadounidenses. Stoltenberg dejó la puerta abierta a ese pedido y aseguró que varios aliados prometieron que van a hacer "un nuevo esfuerzo para encontrar lo que puedan, ver qué más pueden proporcionar". Para el político noruego "existe un riesgo real de que Rusia capture aún más territorio y nos encontremos en una posición aún más peligrosa".
"Instrumento de confrontación"
El conflicto entre rusos y ucranianos hizo que la OTAN dejara de lado sus divisiones, cerrara filas del lado de Kiev, sumara dos países más al bloque (Suecia y Finlandia) y fortaleciera su flanco oriental, más cercano a Rusia. Justamente el Kremlin acusó este jueves a la OTAN de seguir siendo un "instrumento de confrontación" en Europa al servicio de Estados Unidos.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró que el bloque "en el momento actual no contribuye en ningún caso a la estabilidad de la seguridad en el continente". Durante su rueda de prensa telefónica diaria, Peskov acusó a los aliados de continuar con su acercamiento y de reforzar la presencia de su infraestructura militar hacia la frontera rusa.
El Kremlin lleva meses acusando a la OTAN de participar directamente en la guerra en Ucrania al suministrar grandes cantidades de armamento a Kiev, lo que, según Moscú, solo servirá para extender el conflicto y el sufrimiento de los ucranianos. El presidente ruso, Vladimir Putin, también negó planes de atacar a países miembros de la alianza, afirmación secundada por el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, que tachó dichas sospechas de "tonterías y sandeces".