En 1998, cuando Radio Universidad tenía más de 70 años y su FM apenas una década, Oscar Jalil se enteró a través del editor literario Leandro de Martinelli que buscaban un musicalizador. Jalil dirigía el suplemento de cultura joven del diario El Día -el primero que hubo en La Plata- y seguía de cerca el circuito de estaciones de colleges y universidades de Estados Unidos, más de mil y muy influyentes en los consumos musicales, especialmente.
"Es cierto que las radios universitarias tienen la función de divulgar conocimiento académico, pero también podíamos hacerlo convivir con el rock como enlace a otras disciplinas artísticas, y a través de la música desarrollar una programación que se ocupara de la cultura joven", explica Jalil, desde entonces coordinador de la señal de FM, más maleable en términos de experimentos que la AM y, por lo tanto, más conectada con los distintos cambios de los tiempos.
El combo Radio Universidad de La Plata cumplirá 100 años el viernes, cuando haya pasado exactamente un siglo de la primera transmisión por AM del 5 de abril de 1924. Efectivamente, el propósito nodal siempre fue el de divulgar el conocimiento académico de las facultades más allá de los claustros. Lo que pasó en el medio es que cambiaron los conocimientos, y por lo tanto la manera de aplicarlos. La FM, con sus derivaciones actuales en distintas plataformas como YouTube o Twitch, propuso actualizar las lecturas sobre las narrativas culturales que circulan por el influyente circuito universitario.
"Es que estaban sucediendo cosas a nivel cultural en la Plata, y sobre todo a través de las facultades: la fotografía, la literatura, el cine independiente. Todo eso convivía, entonces el rock nos ofreció una matriz en la que pueden convivir lo nuevo con lo clásico para, en definitiva, bajar lo académico a la calle. Por eso nuestro slogan era ser 'La radio que amplía tu conocimiento'", explica Oscar, que además conduce el ciclo Detectives salvajes junto a Nando Magistrali, los viernes de 20 a 22.
"Empezamos laburando con muy pocos elementos, la música la llevábamos de nuestra propias discotecas y los contratos eran irrisorios, así que ayudaron muchos pibes de la facultad que querían hacer sus prácticas", detalla el Turco. "Teníamos la suerte de que en ese momento la Rock & Pop no llegaba al cuadrado de la ciudad, se perdía por City Bell, y al mismo tiempo tampoco existía una radio en La Plata que utilizara al rock como enlace a otras disciplinas artísticas, así que propusimos un formato más reposado en cuanto a la intensidad."
Así se destacaron ciclos de culto como Cultura rock, de Rocambole (el primer que acaso acuñó esa etiqueta); Concierto de música pop, de Roberto Parreño; o Influencias, de Sergio Pujol, que venía de antes y ahí tomó otra dimensión. "Era un gran laboratorio de ideas donde las pruebas y errores te daban a veces resultados magníficos", afirma Jalil. "Nadie te objetaba lo que tenías que decir, había muchas libertadores. Conozco algunas radios universitarias del interior y no dejan de tener cierta solemnidad. Nosotros borramos la solemnidad con humor, ironía y creatividad."
En simultáneo, las bandas locales comenzaban a acercar sus discos, demos y casetes. Así, la radio armó algo que hizo escuela: el anti-ranking donde convivían un grupo que llevaba sus canciones en un CDR con Nick Cave. "Eso generaba una especie de alta rotación solapada de los grupos platenses para contagiar incluso a locutores, operadores o conductores que no estaban tan afinados con esa música." De esa y otras formas, la FM se transformó en un puntal de ki que ya a partir de los 2000 y pico sería su propia escena Indie. "De hecho la radio es como el propio rock platense, que está hecho también por fotógrafos, escenógrafos, poetas; cada banda tiene como un grupo multidisciplinario. Acá sucede lo mismo."
La ingeniería creativa con lo que había los llevó también a poder sortear por arriba los impedimentos técnicos que se presentaban: "Cuando la radio no se escuchaba bien, la sacábamos a la calle", recuerda Jalil. Así aparecieron ferias varias, escenarios, ciclos como el Outlet o el Media Pila que fueron olla de artistas del cuadrado fundacional y aledaños. Y dos homenajes deluxe que permitieron dejar registro físico: los discos tributo a Virus y Los Redondos, las grandes embajadoras de la ciudad en la constelación del rock argento, a cargo de grupos platenses.
En 2019, la FM dio su salto tecnológico al mudarse de la terraza frente a Plaza Rocha al brutalista Edificio Karakachoff, donde entre este miércoles y el viernes 5 se realizan -a modo de conmemoración por el centenario radial- el primer congreso latinoamericano de medios universitarios y un festival que incluye a Juan Irio, Pels, Las Tardes, Carmen Sánchez Viamonte, Vita Set y la aparición sorpresa de Manuel Moretti.
"Para mí, la radio es contenido, no opinión. Quizás cuando nos pusimos más en narradores de la realidad, porque lo político lo demandaba, no nos fue tan bien como cuando hablamos de cine, de libros, de discos. Creo que ese es nuestro lugar, aunque obviamente la realidad, y sobre todo en este contexto tan terrible para los medios públicos, es que uno no puede esconderse", describe quien fue coordinador de la FM hasta 2021, aunque desde entonces sigue vinculado a la musicalización de distintos tramos del aire.
"La política no tiene respuestas a la derecha y al apoyo popular que tiene, que es lo más sorprendente. Además, me llama la atención este ataque a las universidades, porque el cierre de cada una implicaría marchas de decenas de miles de estudiantes. Creo que siempre es el mismo proyecto: el vaciamiento. Y, en este caso, del conocimiento", dice el Turco. "Por lo tanto, creo que la radio debe responder con acciones culturales y un contenido único. Se debe ser rigurosos y serios en los contenidos, mostrando temas que no se encuentran en otros lugares. Hay un público que busca salir de lo habitual y la radio universitaria puede satisfacer esas necesidades. Hoy te instalan un tema en diez minutos por Twitter. OK, respondamos con más contenido. Con más cine, con más libros, con más discos. Tal vez corremos el riesgo de ser una radio de nicho, pero en otros lugares no se escucha la música que se escucha en la universidad."