Ante el repudio del mundo científico al recorte de las vacantes de investigadores revelada ayer por PáginaI12, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barñao, y el titular del Conicet, Alejandro Ceccatto, se reunieron con el presidente Mauricio Macri y luego dieron una conferencia de prensa. Por los recortes del presupuesto del año próximo, en 2017 se reducirán los ingresos de investigadores al Conicet, Ceccatto, desdeñó las 930 incorporaciones del año pasado, durante la misma administración del actual ministro del área, Lino Barañao, y atribuyó aquella decisión sin "ningún criterio" a la ex mandataria, Cristina Kirchner, quien transcurría "el último año de gestión". Barañao asintió a su lado cuando, en realidad, la incorporación de científicos formaba parte del plan científico pergeñado durante su mandato.
Ceccatto precisó que el año próximo ingresarán 385 investigadores residentes en el país, más otros 70 provenientes del exterior, es decir un total de 455 agentes, que es lo previsto en el presupuesto, con el cual el propio Barañao se manifestó conforme.
El ministro optó por hablar sobre sus preocupaciones futuras luego de amparar los recortes presentes."Nos preocupa el futuro del trabajo. En 20 o 25 años van a desaparecer la mitad de las tareas y nos preocupa saber de qué van a trabajar los chicos que hoy pasan por la escuela primaria. Las carreras científicas tecnológicas y las empresas tecnológicas son las que van a dar el trabajo en el futuro. Y estamos trabajando para eso. Y en base a ese objetivo formulamos las políticas actuales. Para eso confiamos en respaldo presupuestario", dijo
"El año pasado ingresaron 930 personas, este año serán unas 450. La comparación no se puede hacer porque el número del año pasado no era normal, era muy alto. Normalmente el número de ingresos era de 600 o 700 personas", se defendió el titular del Conicet, quien agregó que en el organismo "no había presupuesto para soportar ese número de ingresos", aunque negó que las incorporaciones respondieran a "amiguismos". Y puso como prueba el hecho de que no hayan sido despedidos ninguno de los 25.000 empleados que tiene el organismo.