El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró una planta que elaborará medicamentos contra la hemofilia, un proyecto que enmarcó en una "nueva política de industrialización" que apunta a "romper con la dependencia" del exterior en el área de salud.

Lula incluyó la mejoría de la salud pública entre los "primeros y principales objetivos" de su Gobierno
y aseguró que "expandir la producción" de medicinas en el país fortalecerá las redes de atención y evitará "que se pierdan vidas precozmente por falta de tratamientos adecuados".

La planta inaugurada en la ciudad de Goiana, en el estado de Pernambuco, elaborará exclusivamente remedios contra la hemofilia, una enfermedad que sufren unas 15.000 personas en Brasil, de acuerdo a datos oficiales.

La producción de esta nueva planta, que estará en plena operación a principios de 2025 y demandó inversiones por valor de 1.200 millones de reales (240 millones de dólares), será distribuida gratuitamente en la red de sanidad pública, aunque en un futuro una parte podría ser destinada a la exportación.

Según la ministra de Salud, Nísia Trindade, una vez que estas instalaciones estén operando, Brasil pasará a ser "autosuficiente" en tratamientos contra la hemofilia, que hasta ahora llegan desde otros países.

"Desde el punto de vista económico, la nueva fábrica representa autonomía de medicamentos esenciales
y el dominio de toda la tecnología para producirlos, así como una posibilidad de reducción de costes", declaró la ministra.