Los trabajadores que dejaron de pagar el Impuesto a las Ganancias en septiembre del año pasado podrían enfrentar descuentos significativos en sus salarios por cargos correspondientes al último trimestre de 2023. Es una situación que fue advertida por expertos desde hace meses y que ahora está en la mira ante la proximidad de la liquidación de sueldos de mayo. En ese marco, Javier Milei pretende la aprobación de la ley ómnibus, que incluye nuevos pisos para el pago del tributo.
El año pasado, dos decretos, el 415 y el 427, introdujeron modificaciones en la tabla utilizada para calcular los descuentos de Ganancias en los salarios. Estos cambios, impulsados por Sergio Massa, redujeron los montos de las retenciones mensuales, pero no implicaron una actualización del impuesto en sí mismo.
Es decir, aunque los empleados vieron una reducción en los descuentos mensuales, el impuesto total a pagar no se modificó, ya que esto requiere una ley del Congreso.
Ahora, el Congreso podría aprobar una ley para ratificar estos cambios y evitar el impacto de los saldos a favor del fisco por el impuesto de 2023. Sin embargo, esta cuestión está vinculada a una reforma más integral que busca ampliar el alcance del impuesto a más trabajadores —según adelantaron desde la cartera a cargo de Luis Caputo—.
¿Cuál sería el impacto para los trabajadores y quiénes podrían tener una deuda con la AFIP?
Según estimaciones, un empleado que percibió en 2023 un salario mensual bruto de $1 millón podría enfrentar una retención adicional de alrededor de $100.000 en la liquidación del impuesto por 2023. Para salarios más altos, como $2 millones o $3 millones, los montos de retención retroactiva podrían ser de $156.000 y $715.000, respectivamente.
El decreto 415 —que dispuso la suba del piso del Impuesto a las Ganancias, y un incremento en los importes de la escala progresiva—, implicó un aumento del 35% en los valores de la tabla de alícuotas, lo que redujo las retenciones mensuales.
Esto llevó a una devolución de parte del dinero retenido anteriormente a un grupo de empleados, quienes ahora podrían enfrentar una deuda con la AFIP por el impuesto del año pasado.
Es importante destacar que la suba del salario mínimo para tributar no requiere ratificación legislativa, ya que fue dispuesta mediante facultades especiales del Poder Ejecutivo. Sin embargo, la modificación de los valores de la tabla de alícuotas y otros aspectos del esquema de Ganancias necesitan la aprobación del Congreso.
De igual forma, el proyecto del gobierno respecto al tributo por Bienes Personales, conocido como "Impuesto a las Ganancias" podría sufrir cambios, especialmente después de las reuniones con los gobernadores, quienes piden un piso más cercano a $1.600.000. Aunque el borrador actual propone ciertas modificaciones, como ajustes por inflación trimestral y la eliminación de exenciones y deducciones, su aprobación y vigencia aún están en discusión en el ámbito legislativo.