El mostrador más florido
Más allá de su restaurante, su precioso jardín y salón de techos altos, Las Flores tiene una segunda versión: su mostrador delantero, un local independiente pensado para el take away de algunos de los dulces más ricos de la ciudad. Ahí manda la pastelera de la casa, Chula Gálvez, que despliega no solo conocimiento sino también una exhaustiva investigación sobre harinas, féculas y procesos de levados y laminados, en la búsqueda de elaboraciones 100% sin TACC. Arvejas, arroz, mijo, maíz, sorgo, papa, mandioca, entre otros, todos ingredientes que ingresan al laboratorio del primer piso, logrando lo imposible: bolas de fraile perfectamente esponjosas, brioches enriquecidas, tortas que hacen agua la boca. “Buscamos un producto capaz de competir con cualquier otro. Que no tenga gluten es casi secundario, eso no puede ser un limitante del sabor, sino al revés, una excusa para probar otros cereales. Latinoamérica trabaja con una despensa muy amplia, mientras que en Argentina somos dependientes del trigo”, explica Chula.
La idea del mostrador es un oferta que varía según disponibilidad. Entre los best sellers, ahí están los alfajorcitos de maicena ($1000), el budín de limón y flores ($2750), las cookies (de chocolate al 70%, de avellanas y chocolates blanco y negro, desde $3300).
La especialidad de la casa son las tortas, preciosistas y delicadas, para comprar enteras (a pedido) o en porciones. Hay mucho para elegir, desde una Clementina con bizcochuelo de cajú y mandarina ($5800) a la de crema de maracuyá y leche condensada (4400). Y como gran novedad, los fines de semana la oferta crece con indispensables como las perfectas berlinesas rellenas de crema pastelera y dulce de leche (imposible adivinar que no tienen gluten, $2500), también la brioche con crema pastelera ($2750), el Napoléon de masa hojaldrada, pastelera, dulce de leche y glacé de limón y chocolate ($4200) y el mil hojas de dulce de leche y merengue a $4200.
Hasta hace muy poco, comer sin gluten significaba perder texturas, gracia y sabor. Nada de eso sucede en el mostrador de Las Flores.
Las Flores queda en Gorriti 5870. Horario de atención: miércoles a viernes de 9 a 24; sábados de 10 a 24; domingo a martes de 10 a 19. Instagram: @lasflores.bue.
Estrenando nueva casa
En 2023 Labán Pâtisserie tuvo festejos alegres y despedida nostálgica. Festejos por sus diez años de vida, década en la que demostró ser una de las pastelerías más queridas y ricas de la ciudad. Y despedida de las Cañitas, el barrio donde no sólo nació sino donde también -post pandemia- se reinventó. Por suerte (para sus fieles clientes), este 2024 trajo muy buenas noticias: hace apenas un par de semanas Labán inauguró nuevo local, ahora en una de las partes más residenciales de Palermo, sobre la calle Charcas. Un espacio más amplio, de color verde pastel, con un amplio mostrador vidriado y una enorme cocina de producción al fondo. “Antes estábamos super apretados, ahora tenemos un espacio muy grande que nos permitirá seguir creciendo”, explican. Entre las novedades, ahora tienen un par de mesas donde disfrutar in situ lo que se compra en la barra; y también agregaron una máquina de café espresso que se suma a la oferta de siempre de café filtrado, con granos de especialidad de Fuego Tostadores.
Más allá de mudanzas y estrenos, lo mejor de todo es que Labán sigue siendo Labán, con todas esas especialidades francesa- que le dieron su merecida fama. Ahí está Jacqueline Albajari y su equipo cocinando y preparando los ya famosos macarones helados (insignia de la casa), con más sabores (siempre hay que pedir el de chocolate con sal, una delicia). A esto se suma una oferta apta todo público y gusto: macarones clásicos, brownies untuosos ($3500), scones dulces a $1.800, financier de almendra a $2500, unos geniales alfajores de masa de nuez, diversas coockies (desde $2500) y muffins (de limón y frambuesa, $2500). Un imperdible que también tiene firma propia en este lugar es su palmerón, ideal para acompañar un mate entre muchos: suerte de palmerita hojaldrada en versión extra large que se deshace en la boca ($3200).
Arrancando su onceavo año, Labán tiene trabajo por delante: rearmarse en un barrio nuevo, que por suerte lo recibe con brazos extendidos y bocas abiertas.
Labán Pâtisserie queda en Charcas 3656. Horario de atención: martes a sábados 9 a 19; domingo de 9 a 18. Instagram: @labanpatisserie.
Un tambito en Buenos Aires
Es uno de esos lugares maravillosos que tiene Buenos Aires, a la vista de todos y aún así escondido en su propia historia. Una casona campestre, con más de un siglo de vida, ubicada en los bosques de Palermo. Conocida como El Tambito, este lugar supo ser de las primeras lecherías de la ciudad (manejada por la marca La Martona), supo ser también destino de milongas, de tangos y de excesos. Abandonado a su suerte, en los últimos 20 años sufrió un incendio, fue vandalizado y saqueado, hasta que el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana decidió hacer lo que por años no hizo: recuperarlo, ponerlo en valor y darle un destino. Tras un proceso de licitación, ahí está ahora Selena Café, de los mismos propietarios que Selena Cocina, restaurante de Palermo.
En El Tambito, la propuesta es diurna, a tono con la gente que pasea por el parque. Un lugar luminoso, cálido, con una barra cafetera y una exhibidora donde se ven muchos de los dulces que ofrecen. La tarta Toffee es bella y potente, con cantidad obscena de frutos secos (pistacho, almendras, maní, nueces), salsa de caramelo y base de masa sablée ($6300), también hay Red Velvet (con frosting de vainilla, $6000), una más clásica cheesecake de frutos rojos ($6000) o la tarta Boneco, con base de chocolate, mousse de avellanas y chocolate, crema de vainilla y avellanas tostadas ($6000). Se suman obvios como medialunas de manteca, croissant, alfajores y varios etcéteras. Y una carta de platos salados pensados para desayunos, almuerzos y tentempiés, que van de un tostón con hojas verdes y omelette con salmón gravlax, rúcula y parmesano ($6500) hasta el ceviche de mango y alcaparras ($8500) pasando por varios sándwiches (de portobellos y hummus en pan focaccia a $8400) y poke bowls (el Marrakech suma cous cous, almendras, cebolla roja, arándanos, zanahorias glaseadas, espinaca, menta y pasta de morrones asados, $12100).
El lugar cumple con todo lo que se le puede pedir: una ubicación única, un edificio con historia, una propuesta amigable con la zona y el horario. Para comer y pasear, en el orden en el que se quiera.
Selena Café queda en Av. Berro 3900. Horario de atención: lunes a domingos de 8 a 20. Instagram: @selenacocina.