La artista y directora escénica platense Andrea Castelli presentó este fin de semana Carromato Varieté, su nueva obra de teatro que se define como una "instalación de objetos y humanos". Viernes y sábado los objetos deformes, pequeños monstruos entre objetos y cuerpos humanos, poblaron la laberíntica sala de La Botica del Ángel en CABA

Los espectadores apuestan por la ficción de estar dentro de un carromato que los llevará por terrenos desconocidos. A su alrededor, actores y actrices se camuflan con la escenografía, apostando por ser un puente entre la naturaleza human y el plástico. Los protagonistas se ocultan entre los visitantes, se exhiben y ostentan sus deformidades como trofeos. 

El resultado es un gabinete de curiosidades, performance o varieté desquiciada que invita al espectador no solo a sorprenderse constantemente sino a entregarse a ese mundo raro diseñado por Castelli e interpretado por el elenco conformado por Ayelén Gómez, Delia Hou, Lautaro Cianci Padoán, Victoria Morante, Melina Alcaraz, Verónica Alvarenga, Eduardo Arias, Gastón Gatti, Inés Silvestre. 

“¿Quiénes miran detrás de las rejas? ¿Hay criaturas entre nosotros? ¿Qué fuerzas los ocultan, los muestran y a los ojos de quién? Podemos preguntarnos, pero también, ignorantes, seguir asistiendo al espectáculo. ¡Pasen y vean!”, afirman desde el gabinete de curiosidades. 

Fiel a su estilo, Castelli tiene una formación artística que comenzó por la danza clásica y  siguió por el tango. Pero hay que conocer las estructuras de lo clásico para romperlas: por eso la mayor parte de su carrera estuvo cifrada por su giro hacia el Site Specific o danza in-situ, danza a partir del espacio o a partir del diálogo con el espacio, interesada en pensar las corporalidades que buscan interpelar un espacio. 

Algunas de las piezas exhibidas.

Es una de las creadoras del proyecto Museos en Danza, que trabaja la danza en espacios no convencionales, edificios históricos, monumentos, museos. La pandemia la obligó a volver sobre las bases de la creación artística y a lanzarse hacia lo desconocido, donde comenzó a vincularse con otro tipo de arte.  Como dice ella, "siempre hay un lugarcito para mi en lo raro".

"Vestidos violentados" fue su primera muestra, una serie de maniquíes dispuestos en el Museo de la Mujer que portaban vestidos de mujer confeccionados a partir de los más extravagantes materiales: experimentos con textiles, tul, lana, yeso, resina, cristales y hasta insectos de goma que hablan en las obras en forma de roturas y retazos, que simbolizan un recorrido con diferentes tropos de la historia de las mujeres en Argentina. 

Si bien solo hubo dos funciones, la nueva instalación de Andrea Castelli se puede visitar hasta el 31 de mayo en la Botica del Ángel, Luis Saenz Peña 541, CABA. Consultas para visitas: 4384 9396.