Para la lógica neoliberal clásica, los parques nacionales no son muy importantes, pero sí útiles como greenwashing, lavado de imagen verde: la versión corporativa de un ecologismo light. Para un anarco-capitalista, son una carga no redituable, un peso para el Estado que, en lo posible, habría que ir sacándose de encima destruyéndolos paso a paso, y acaso privatizarlos o hacerlos rentables.
La primera jugada fue someter a sus empleados a un ajuste con 78 despidos anunciados el 27 de marzo --algunos de los alcanzados por la medida tenían hasta 20 años de antigüedad--, más la licuación del salario para que otros renuncien, desfinanciamiento general, detener obras de mantenimiento y mejoras, y según anunciaron, otra ola de despidos para que, a la larga, solo queden brigadistas y guardaparques.
En declaraciones a Página/12, Daniel Catalano, secretario General de ATE Capital y Adjunto de la CTA, dijo que “hay 2200 trabajadores en todo el país que garantizan el funcionamiento de los Parques Nacionales, que custodian 18 millones de hectáreas; cada trabajador se ocupa de 8000 hectáreas de laburo, así que tenemos poco personal. Los despidos hasta hoy incluyen distintas formas de contratación. Centralmente están desmantelando áreas administrativas que son las que garantizan que los compañeros que están en territorio --los brigadistas-- puedan cumplir sus funciones en momentos críticos cuando hay incendios. Y lo que no se está viendo es que quienes garantizan que los brigadistas tengan las condiciones óptimas para trabajar son las áreas que se están desmantelando. Están desprotegiendo Parques Nacionales al sacar personal que garantiza que puedan funcionar, sin que se pueda prever cómo se va a sostener el día a día del área protegida. Estamos en una situación crítica con medidas de fuerza en todos los parques del país”.
Para el Gobierno todo estatal es un ñoqui
Según el Gobierno nacional, los despedidos cumplían mal sus funciones y se alegó que todos habían entrado a trabajar en 2023. Quien está al frente al Parques Nacionales es el aún no designado --pero que se presenta y trabaja como tal-- Cristian Larsen, un hombre de Patricia Bullrich y yerno de Hernán Lombardi, ahora libertario: en 2020 le hizo juicio al Estado porque no le gustó haber sido despedido de la Radio y Televisión Argentina (RTA) cuando el macrismo perdió las elecciones y asumió el peronismo, a pesar de que tenía un cargo político.
Juan Ignacio Martínez --delegado general de ATE en Casa Central de Parques Nacionales-- le explicó a Página/12 que este es un organismo con más de 120 años que no solo desarrolla tareas preservando el patrimonio, apagando incendios y ejerciendo la custodia de cada área protegida, sino que es un organismo científico-técnico: “Entre su personal hay brigadistas y guardaparques, pero también administrativos que hacen posible la operatoria. A veces lo que tiene más visualización es la tarea de los brigadistas apagando incendios o rescatando personas, pero eso no sería posible sin el trabajo administrativo. Hoy tenemos 78 despidos, en su gran mayoría personal administrativo. Y hay un brigadista y otra persona que está en el Sistema Nacional de Manejo del Fuego. Dentro de esos despidos hay personal que lleva adelante proyectos del Banco Mundial en el Parque Nacional Nahuel Huapi, por lo cual la situación del presupuesto es una excusa que se cae, porque es el Banco Mundial quien hace las erogaciones para solventar el trabajo de esos compañeros y compañeras, que tienen perfiles específicos y un alto nivel de profesionalización. En Parques Nacionales, durante más de 100 días del nuevo gobierno, no hubo autoridades. Y el organismo siguió funcionando en medio de incendios gigantes como el de Parque Nacional Los Alerces, de lo que se desprende que el organismo no puede funcionar sin sus trabajadores, cuyo compromiso permitió operar sin su directorio. Más de la mitad del directorio aun no fue designado. Además, Parques Nacionales preserva no sólo bienes naturales, sino culturales en relación con muchas comunidades que viven alrededor. Dentro de los parques hay una política de co-manejo y vemos con mucha preocupación la mirada prejuiciosa y denostativa de los pueblos originarios, que son justamente con quienes, en muchos casos, llevamos adelante la gestión. Entendemos que la dotación de personal, lejos de minimizarse, debería ser mayor, porque se crearon Parques Nacionales en la gestión anterior y durante el macrismo también. Por eso estos despidos son totalmente arbitrarios e injustificados. Las únicas autoridades que por ahora están designadas hace ni siquiera un mes, tomaron esta determinación y amenazan con tomar otras a largo plazo, planteándonos una reducción de hasta 350 personas, que en realidad tampoco sabemos si ese es el número o va a ser más. Por eso estamos en una situación de conflicto hace ya varios meses”.
Que los parques se administren solos
La mayoría de los despidos fueron en Casa Central --Buenos Aires-- y en el Parque Nacional Lanín (Neuquén), además de los Parques El Palmar (Entre Ríos), El Impenetrable (Chaco), Nahuel Huapi (Río Negro y Neuquén), Islas de Santa Fe (Santa Fe), Leoncito (San Juan), Bosques Petrificados de Jaramillo (Santa Cruz), Arrayanes (Neuquén) y Los Alerces (Chubut).
Alejo Fardjoume --trabajador de Parques Nacionales y referente de ATE-- contó en diálogo con Página/12 que Cristian Larsen --un abogado especialista en derecho tributario-- durante su paso por la función pública en la Radio y Televisión Argentina ya ejercitó la actividad de echar gente con Hernán Lombardi: “¿Por qué el presidente de Parques viene de la mano de Hernán Lombardi? Es algo a analizar, pero hay una intención --con el visto bueno de Karina Milei-- de que Parques Nacionales dependa de la Secretaría de la Presidencia de la Nación, dentro de una estructura que se llama Agencia Argentina, que nuclearía algunas otras áreas de desarrollo turístico, viendo a Parques Nacionales como un producto turístico y no como un organismo de conservación, cosa que es sumamente peligrosa. Y hay algún otro tema que puede ser la venta de determinadas marcas argentinas al exterior. Por otro lado, Cristian Larsen tiene una denuncia de la Oficina Anticorrupción. Yo tuve la oportunidad de reunirme con él --presidente aún no designado-- y con el vicepresidente primero. Tengo la sensación de que la visión que tienen de Parques Nacionales es que no les importa mucho como una institución de conservación, sino que lo ven únicamente como un ente que pueda recaudar más dinero. La política para reducir el gasto echando personal es muy tonta, va en contra de lo que ellos suponen que quieren hacer, que es achicar el gasto para poder recaudar más. Denota una pereza intelectual en el análisis de la política pública. Reducir el presupuesto de Parques Nacionales no colabora con el equilibrio del superávit fiscal, sino todo lo contrario; le resta capacidades para recaudar, para posicionarse como un destino turístico y como un territorio presto a la investigación científica, a la conservación, al trabajo interinstitucional con universidades y con otros centros de estudio. Y tienen un concepto de un organismo de conservación con control territorial, bajo la lógica de que lo único que hace falta es tener guardaparques para el tema del territorio y combatir incendios; es una visión vieja que no piensa en la articulación de distintas disciplinas técnicas como profesionales de biología de la conservación, de la geografía, del análisis y de los profesionales en recursos culturales, naturales y científicos. En esta tanda de despidos hay muchos profesionales de conservación, geógrafos, educadores ambientales, biólogos, licenciados en comunicación, que articulaban para poder darles sustento a las políticas de conservación”.
En un "Estado mínimo", personal mínimo
Parques Nacionales tiene unos 550 guardaparques y 430 brigadistas de incendios forestales (estos últimos no son de planta sino contratados, al igual que el sector administrativo). Los cesanteados son técnicos, administrativos y profesionales. El resto de los contratos se extendieron hasta el 30 de junio. Todo indica que habrá más cesantías bajo la premisa de que los trabajadores estatales son ñoquis y de que la planta está sobredimensionada en todas sus áreas.
El concepto neoliberal del “Estado mínimo” no es para Javier Milei un horizonte teórico, sino un objetivo concreto que combina en este caso con el negacionismo de la ultraderecha mundial hacia el calentamiento global. En términos de ambientalismo, un gobierno como el actual --que dice querer volver a la “Argentina potencia” de comienzos del siglo XX-- desconoce que de aquel tiempo data uno de los mejores sistemas de Parques Nacionales del mundo: el argentino. Al respecto, la consigna de “la motosierra” pierde su carácter metafórico, cediendo a una siniestra literalidad. León Tolstoi ya previó esto cuando dijo "hay quien atraviesa un bosque y solo ve leña para el fuego".