Miles de personas y una decena de jefes de Estado y de gobierno conmemoraron este domingo en Kigali el trigésimo aniversario del genocidio de Ruanda, en el que más de 800 mil tutsis fueron asesinados en 1994. El presidente Paul Kagame, fundador del Frente Patriótico Ruandés (FPR), el grupo rebelde que tomó el poder y puso fin a las matanzas en julio de 1994 y gobierna desde entonces el país, encabezó la ceremonia.
"Hoy nuestros corazones están llenos de duelo y gratitud en igual medida. Recordamos a nuestros muertos y estamos también agradecidos por aquello en lo que Ruanda se ha convertido", afirmó Kagame durante su discurso en el estadio cubierto BK Arena de la capital. Como todos los 7 de abril se encendió una llama en el Memorial de Gisozi, en Kigali, donde se cree que están enterradas unas 250 mil personas.
Kagame se mostró muy crítico con la comunidad internacional y con el papel jugado durante la matanza por Naciones Unidas. "Esos soldados (los cascos azules de la ONU desplegados en Ruanda) no fallaron a Ruanda. Fue la comunidad internacional quien nos falló a todos ya sea por indiferencia o por cobardía", destacó el mandatario.