Ante el aumento de casos de dengue, los especialistas de la salud de las jurisdicciones afectadas insisten con la importancia de la campaña de prevención y destacan que la circulación de información es clave para cuidar a la población.

¿Qué es el dengue?

“Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad”, explican desde el Ministerio de Salud nacional.

El dengue no se contagia de persona a persona, sino únicamente a través de la picadura de mosquitos infectados. La excepción, aunque poco común, es en el caso de las mujeres embarazadas, que se lo pueden contagiar al bebé durante la gestación.

¿Cómo identificar al mosquito Aedes aegypti?

“Es un mosquito doméstico que se acomoda a nuestros hábitos urbanos y necesita estar alrededor de gente para vivir. El Aedes no vuela a más de 50 metros a la redonda, es decir, si ves un mosquito en tu casa es porque se crió en tu manzana”, remarcan desde la administración porteña, en referencia a que el mosquito no suele criarse en plazas, parques, zanjas ni charcos. Menos en ríos o arroyos.

El Aedes tiene como característica manchas blancas en el dorso y patas. Y además del dengue, es vector de contagio de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el zika y la fiebre chikungunya. En todos los casos, el mosquito actúa como transmisor de la enfermedad y antes debe haber picado a una persona infectada con el virus. Sin embargo, a mayor cantidad de mosquitos, aumenta el riesgo de transmisión comunitaria.

¿Dónde se cría el mosquito?

Cualquier recipiente capaz de acumular agua puede convertirse en un criadero de Aedes aegypti: floreros, portamacetas, bebederos de mascotas, baldes y cacharros guardados a la intemperie, lonas con pliegues, botellas, cubiertas de autos, y tanques de agua sin el debido mantenimiento.

¿Cuáles son los síntomas del dengue?

  • Fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones.
  • Náuseas y vómitos.
  • Cansancio intenso.
  • Aparición de manchas en la piel.
  • Picazón y/o sangrado de nariz y encías.

Desde el Ministerio de Salud remarcan la importancia de no automedicarse frente a estos síntomas. “No tomes aspirinas, ibuprofeno ni te apliques inyecciones intramusculares. Lo más conveniente es que consultes al médico para que él te indique la medicación adecuada”, advierten.

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