Lanús y River definen a las 21.15 en el sur bonaerense el representante argentino en la final de la Copa Libertadores. El partido se disputará en La Fortaleza granate, adonde el sistema de videoarbitraje (VAR) ya fue instalado y probado (ver aparte). El conjunto que comanda Marcelo Gallardo, quien intentará ser el primer DT del club de Núñez en llegar a dirigir dos finales del relevante certamen sudamericano, sacó ventaja al ganar 1-0 el primer chico y un empate le alcanzará para clasificar a la sexta final de su historia. Por su parte, los dirigidos por Jorge Almirón, que disputan esta instancia por primera vez, están obligados a ganar por dos goles para revertir la serie. Si el local gana 1-0, habrá definición por penales. Tras la polémica que se disparó en torno a la presencia de hinchas millonarios para este partido revancha, las plateas se agotaron, proseguía la venta de populares y se estima que el estadio lucirá repleto. “Los barras no van a llegar”, aseguró el titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones.
Luego de más de siete meses de competencia, Lanús y River llegan a este trascendental partido con el objetivo de disputar las finales del torneo más importante de Sudamérica que, además, tiene para el ganador un pasaje asegurado para el Mundial de Clubes a disputarse a fin de año en Abu Dhabi.
En una serie muy pareja, el equipo de Gallardo logró algo muy importante: ganar el primer partido sin que le convirtiesen goles. El tanto de Ignacio Scocco, artillero millonario con siete tantos, a ocho minutos del final, le dio cierta tranquilidad a River y le trasladó la responsabilidad al hoy dueño de casa, que en Núñez no pudo desplegar su habitual juego, pero se descuenta que saldrá a atacar desde el arranque para intentar repetir la gesta de los cuartos de final ante San Lorenzo, instancia en la que estaba dos goles abajo y de la que salió airoso.
La única variante en River será el ingreso de Milton Casco como lateral izquierdo en reemplazo del lesionado Marcelo Saracchi, desgarrado en la ida. A su turno, el granate no cambiará esquema ni protagonistas.
Recién este año el conjunto que dirige Almirón logró estar entre los cuatro mejores de Sudamérica, dado que nunca había superado los cuartos de final. En cambio, River en semifinales es baqueano, ya que llegó quince veces a esta instancia, en cinco de ellas pasó a la final y en tres salió campeón (1986, 1996 y 2015, esta última corona bajo la conducción del Muñeco Gallardo). El ganador de la llave entre los equipos argentinos disputará las finales (22 y 29 de noviembre) ante Gremio de Brasil o Barcelona de Ecuador, que mañana definirán la serie en Porto Alegre tras el triunfo 3-0 obtenido por los brasileños en Guayaquil.