La Canasta Básica Alimentaria en la ciudad de Rosario alcanzó un valor de $113.525 durante el mes de marzo. El relevamiento mensual, realizado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), arrojó un aumento del 2,2% respecto a febrero, lo que implica una desaceleración importante en relación a febrero (21,6%) y enero (18,4%). Respecto al mismo mes del año pasado, el incremento es del 412,2%. Según el informe, una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó el mes pasado un ingreso superior a $432.531 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas y quedar arriba de la línea de indigencia. En diálogo con Rosario/12, Paula Durán, coordinadora del organismo, señaló que la baja se esperaba a partir de los fuertes aumentos registrados en los meses previos: “Comprar los alimentos básicos ya cuesta el doble de lo que costaba en noviembre”.

El relevamiento de la UNR analiza el comportamiento de los precios de los 58 productos que componen la canasta básica en comercios de la ciudad de Rosario. El estudio arrojó un aumento del 2.2% en marzo, llevando el valor de la canasta básica a $113.525, lo que representó un aumento en términos absolutos de $2.476. Los números de marzo indican una desaceleración en el aumento de precios que venía siendo muy marcada desde el inicio de la gestión de Javier Milei: 34% en diciembre, 18,4% en enero y 21,6% en febrero.

Si se toma la foto completa, los precios de la Canasta Básica Alimentaria tuvieron aumentos todos los meses desde marzo del 2023. Las subas tuvieron picos muy marcados en agosto (25,8%) cuando la canasta pasó de $29.514 a $37.141, y en diciembre (34%) con un salto de $57.569 a $77.119. En solo 12 meses, la canasta pasó de valer $22.164 a $113.525: una suba interanual del 412,2%.

Entre los rubros que registraron mayores aumentos de precios en términos porcentuales figuran las Verduras y hortalizas (29,9%), las Raíces y tubérculos (25,5%), los Lácteos (19,7%) y los Condimentos (16,7%). Mientras que en términos absolutos, los productos que más aumentaron fueron la Carne ($2.822), las Verduras y hortalizas ($2.419), los Lácteos ($2.060) y las Raíces y tubérculos ($1.276).

“En marzo se destaca una desaceleración en el crecimiento que se venía registrando en los meses anteriores. En abril vamos a saber si se trata de una tendencia que se sostiene, o fue solo un episodio aislado”, explicó Durán a este medio. “La baja se esperaba porque los aumentos previos fueron muy fuertes. La Canasta Básica Alimentaria acumula una suba de 95% respecto a noviembre. Es decir que en los primeros meses de gestión, comprar los alimentos básicos ya cuesta el doble de lo que costaba en noviembre”, agregó.

Paula Durán, de la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario.

El informe también evalúa el impacto de los aumentos en la economía familiar. Para un hogar de cuatro miembros, compuesto por dos adultos y dos menores, se necesitó un ingreso superior a $432.531 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas y quedar por arriba de la línea de indigencia. En tanto, una casa de tres integrantes –dos adultos y un menor– demandó $237.268. A su vez, un hogar de cuatro integrantes –un adulto y tres menores– necesitó $334.900 para adquirir los alimentos básicos para su subsistencia. En enero, apenas dos meses atrás, los mimos grupos familiares necesitaron $347.906, $190.846 y $269.376 respectivamente, para cubrir la canasta.

En ese marco, el poder de compra según los distintos tipos de ingresos tampoco tuvo mejoras significativas y los salarios mínimos no alcanzan a cubrir dos canastas básicas. En marzo la Jubilación Mínima ($204.446), la Pensión Universal para el Adulto Mayor ($204.466) y el Salario Mínimo Vital y Móvil ($202.800) alcanzaron para pagar 1,8 Canastas Básicas Alimentarias; mientras que la Asignación Universal por Hijo ($44.000) apenas cubre un 0,4 de una canasta.

Para la especialista, se viene dando “un cambio de nivel muy fuerte” en el costo del alimento. “En términos de poder adquisitivo, como los haberes promedios no aumentaron de igual manera en el último tiempo, lo que estamos viendo es un deterioro muy fuerte del poder de compra. Ahí nosotros ponemos como ejemplo los haberes mínimos, que no están alcanzando a comprar dos canastas”, expresó y agregó: “Pero ninguna paritaria está en el orden del aumento acumulado. Por eso hay una caída muy fuerte de los sectores medios por debajo de lo que es la línea de pobreza. Es decir que los ingresos provenientes del trabajo están siendo insuficientes para cubrirlas necesidades básicas”.

Respecto a la desaceleración en las subas, Durán sostuvo que los indicadores de abril serán fundamentales para conocer si se trató de algo estacional o se ratifica una tendencia de baja de precios: “Lo que entendemos es que se habían acumulado aumentos muy fuertes en los últimos meses, con una caída de la demanda. Se venía viendo que los alimentos se estaban estabilizando en un nivel muy alto, en relación a lo que implican en el ingreso promedio de los hogares. Hoy el costo de los alimentos se está llevando una porción mucho más grande de lo que debiera y queda poco margen para afrontar el resto de bienes y servicios básicos”.

 

En ese sentido, la coordinadora de la Usina de Datos remarcó que aún no está impactando en los bolsillos el aumento de las tarifas que se espera para estos meses, y que repercutirá en el resto de los bienes y servicios de la economía. “Hay que estar atentos a cómo aumentan esos precios”, sostuvo. Y añadió: “La conclusión es que no se resuelve la inflación. El aumento de costo de vida sigue siendo un problema, más allá de que ahora se está viendo una estabilización, que puede ser coyuntural dependiendo cómo se muevan los precios de los alimentos en abril”.