El Gobierno no solo discute con falsos bots, también lo hace con las empresas de medicina prepaga. Esta semana desde el ministro de Economía, hasta el propio Presidente y pasando por el vocero presidencial cuestionaron los desmedidos aumentos en el régimen de financiamiento privado a la salud que tuvieron lugar luego de la sanción del DNU 70/2023 que desreguló al sector.
Manuel Adorni, rozando el cinismo expresó: “Nosotros desregulamos, damos libertades, pero no permitimos que exista un grado de cartelización que afecte a los argentinos”, como si eso no fuera una característica del sector conocida previo a la sanción del decreto. Las prepagas, ¿ganaron o perdieron en este último tiempo?
El presidente Milei las defendió: "no creemos que lo hicieron con mala intención", dijo, aunque reconoció que “se pasaron de rosca” con los aumentos. Parece que no las quiere ofender, le basta con castigar al resto de los sectores de la sociedad, como los trabajadores estatales, los científicos, las universidades, periodistas, diputados, gobernadores. Con las empresas es más comprensivos.
Según informó Celag, a partir de datos suministrados por el portal miobrasocial.com.ar, la suba promedio de las cuotas de la medicina prepaga entre diciembre y marzo fue de 153 por ciento, mientras que en los doce meses previos había sido del 136 por ciento. Comparando contra la evolución del IPC medido por Indec, estos datos dan cuenta de una pérdida respecto del avance de la inflación minorista de 25 puntos entre noviembre de 2023 e igual mes de 2022, pero la recuperación después más que compensa aquel retroceso. El Indice de Precios al Consumidor aumentó 94 por ciento entre diciembre y marzo –considerando una inflación del 13 por ciento en el tercer mes del año-, es decir que las prepagas recuperaron casi 60 puntos.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) presentó un análisis realizado para un plan puntual de medicina de la empresa Omint, desde el año 2013 hasta la actualidad. “De las tres variables bajo estudio, respecto a enero de 2013, la que mayor incremento tuvo fue el plan de salud prepago, con un incremento del 28.105 por ciento, seguido por el IPC con un incremento del 17.866 por ciento y por el salario promedio con un aumento del 10.523 por ciento”, detallaron. El valor relativo del servicio de salud subió respecto del índice general de precios y también lo hizo –en mayor medida- respecto al salario formal promedio del trabajador en relación de dependencia.
Del análisis realizado por el Iaraf surge un comportamiento particular de los períodos 2016-2018 y el actual. “En marzo de 2016 el valor real del plan de la prepaga era de 139.600 pesos y experimentó un incremento sostenido por 19 meses hasta el valor de 224.800 pesos, es decir que subió un 61 por ciento. Por su parte, en la actualidad el valor del plan era de 143.000 pesos en el mes de diciembre y subió un 59 por ciento, llegando a 227.000 pesos en abril”, informan. El aumento real que aplicó la medicina prepaga en estos últimos 4 meses, en el período 2016-2018 le llevó 19 meses hacerlo.
“El salario promedio perdió el 62 por ciento de su capacidad de compra de cobertura de salud prepaga en todo el período bajo análisis. Se destaca el rápido descenso experimentado entre octubre de 2023 y abril del 2024, del orden del 32 por ciento. Es decir que prácticamente la mitad de la pérdida de poder adquisitivo se daría en solamente 6 meses, de un periodo de 12 años”, agregaron los investigadores.
Otra manera de analizar la relación entre medicina prepaga y salario es calcular la proporción del gasto en medicina prepaga dentro de un sueldo formal promedio: “En el año 2013 el gasto en este plan de medicina prepaga insumía el 11 por ciento del salario formal promedio, pero en abril de 2024 el gasto en medicina prepaga dentro del salario tendría, en el mejor de los casos, una incidencia del 30 por ciento”, agregaron.