Desde Brasilia
Luiz Inácio Lula da Silva puso en su lugar a Elon Musk, propietario de la plataforma X. Con su forma de hablar coloquial, sin perder la calma, el presidente dijo este martes que algunos “millonarios” extranjeros deberán “adaptarse” a las normas brasileñas. Musk, al que no citó por su nombre, “va a tener que aprender a vivir aquí”.
La afirmación fue en respuesta los insultos con que el empresario sudafricano, nacionalizado estadounidense, se refirió a la Justicia brasileña por haber retirado mensajes en los que simpatizantes de Jair Bolsonaro instigaron al golpe de Estado y la comisión de otros delitos.
Desafiando al Supremo Tribunal Federal Musk amenazó colocar en el aire perfiles subversivos como el de un bloguero, muy popular en las tribus negacionistas y extremistas, contra el cual hay una orden de captura.
Soberanía
Las declaraciones de Lula en el Palacio del Planalto, fueron precedidas por las del ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, para quien desde el sábado pasado, cuando se inició el embate de Musk, ha habido un “ataque inadmisible contra el Supremo Tribunal Federal y la propia soberanía brasileña”.
El presidente del Supremo, juez Luis Roberto Barroso, sostuvo a través de una nota oficial , que después de librar una batalla “de vida o muerte” contra los golpistas el país ahora se ve ante la desfachatez de un extranjero “inconforme” con la democracia.
Para el presidente del Congreso, el senador Rodrigo Pacheco, un conservador democrático, el uso mefistofélico de las redes sociales que “capturan mentes (..) diseminando odio” causa estragos en las instituciones. Y demandó que Diputados, donde el bolsonarismo es mayoritario, apruebe una ley que ya tiene media sanción en la Cámara alta para regular el comportamiento de de las High Techs, a fin de terminar con el “vale todo”.
Agravios
Sin embargo, luego de recibir advertencias por parte de la más altas autoridades de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo brasileños, el dueño de las multinacionales X, Starlink y Space, respondió con más altanería. Con la prepotencia de los nuevos magnates-imperiales. Esa super elite cuyas corporaciones superan en facturación el producto bruto de no pocos países emergentes.
Musk trató a Lula como un “perro” con cadena en el pescuezo arrastrado por su amo y al juez Alexandre de Moraes, miembro del Supremo, como un “dictador” obcecado en imponer restricciones a la libertad de expresión.
“Ese juez debería renunciar” o ser objeto de un “impeachment” propuso el acaudalado. Horas después varios legisladores de extrema derecha, acaso sincronizados con Bolsonaro y Musk, anunciaron su intención de llevar adelante el juzgamiento de Moraes en la Cámara baja.
Delitos
Moraes es el magistrado a cargo de los procesos sobre el golpe ideado por Jair Bolsonaro en enero de 2023 y de las “milicias digitales”. Esta última causa comenzó a ser instruida durante el gobierno anterior cuando desde el “gabinete del odio” instalado en el Planalto, al frente del cual estaba el hijo presidencial Carlos Bolsonaro, se diseminaban fake news de forma articulada con perfiles de derecha y periodistas a cargo de la amplificación, en la prensa convencional, de esas historias.
Este juez de cabeza rapada y el porte de un luchador de MMA, no parece haberse intimidado con el poder de Musk, a quien le abrió una investigación en el marco, precisamente, de la causa sobre las “milicias digitales”. En su justificación apuntó la existencia de indicios de que el propietario de X haya instigado a la comisión de delitos y obstruido a la justicia. Este martes el juez Moraes ordenó que la Policía Federal interrogue a los ejecutivos de la plataforma X radicados en Brasil.
Visita
Al mismo tiempo prosiguen las diligencias sobre Musk, quien no parece interesado en volver al país después de la visita realizada en 2022 cuando el entonces presidente Jair Bolsonaro lo recibió casi como un jefe de Estado. El encuentro se hizo en la ciudad de Porto Feliz, donde los sonrientes Musk y Bolsonaro hablaron de negocios multimillonarios como el de la comunicación satelital en la Amazonia. También estaba en carpeta la expansión de Tesla, a la que analistas del mercado proyectaron como la marca que dominaría el mercado de vehículos eléctricos.
Pues bien, con la victoria de Lula y su llegada al gobierno en enero de 2023, los negocios del emprendedor sudafricano no lograron la expansión imaginada. Tesla sigue radicada en Brasil pero está lejos del acelerado crecimiento de marcas chinas como BYD, que están construyendo montadoras a todo vapor, favorecidas por las buenas relaciones entre Lula y el presidente chino Xi Jinping.
Planteos
Ahora bien, retomemos las investigaciones cargo del juez Moraes sobre X. El magistrado con fama de hombre duro no hizo lugar al planteo de los abogados de la plataforma , para quienes no hay lugar par los procesos en Brasil. Ya que, según esta justificación, en este país sólo se comercializan productos y se realiza la monetarización de los usuarios, pero no se toman decisiones estratégicas sobre los contenidos.
Ese planteo , señaló el juez Moraes, es insustentable: con él se intenta burlar las leyes brasileñas mediante una suerte de “inmunidad jurisdiccional”. Para el Supremo las amenazas de Musk de incumplir las leyes locales no deberían surtir efecto.
Toda empresa que opera en Brasil está sujeta a las leyes nacionales y "ningún CEO está por encima de la ley”, dijeron los magistrados Barroso y Edson Fachin, colegas de Moraes en la más alta Corte.