San Lorenzo otra vez jugó mal y otra vez perdió. En la altura de Quito, corrió atrás de la pelota, casi no remató al arco y lo vio pasar de largo a Independiente del Valle que, por el grupo F de la Copa Libertadores, lo venció 2 a 0 acaso porque en el segundo tiempo, se conformó con un toqueteo vistoso aunque poco eficaz.
Junior Sornoza de penal y Michael Hoyos anotaron en el primer tiempo los goles ecuatorianos y con este traspié, el equipo de Rubén Insúa suma apenas un punto sobre seis y deberá ganarle el 23 de abril a Liverpool en Montevideo, para tener chances de clasificación a los octavos de final.
Los dos equipos se estaban estudiando cuando a los diez minutos del primer tiempo, Braida lo enganchó dentro del área al juvenil de 16 años Kendry Páez, y el árbitro colombiano Jhon Hinostroza dio el penal.
Sornoza convirtió con un remate ajustado a la derecha del arquero Altamirano. En desventaja, Insúa tomó una decisión que llamó la atención: mutó el 4-4-2 inicial por un 5-4-1 hiperdefensivo, que retrasó a San Lorenzo en la cancha y lo alejó del área ecuatoriana. Altamirano sacó dos pelotas de gol y aguantó la diferencia. Pero en tiempo de descuento, Hoyos anotó el segundo en una jugada que el VAR revisó y habilitó.
Insúa retocó levemente su esquema para el segundo tiempo. Lo sacó a Irala y puso al colombiano Sánchez y luego cambió a Barrios por Herazo, otro colombiano. Pero no hubo caso.
San Lorenzo flotó sobre la cancha, corrió detrás de la pelota y no mostró la más mínima agresividad para recuperar ni para atacar, mientras Independiente tocaba con gran técnica y calidad pero sin voluntad ofensiva. Un zurdazo del talentoso Páez que estalló en el poste izquierdo, y otro zurdazo de Páez que detuvo Altamirano fueron las últimas situaciones de un partido en el que San Lorenzo volvió a jugar muy mal y a perder sin que haya nada para objetar.