"Dar la discusión de cara a la sociedad". Ese fue el objetivo que Mauricio Erben, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, reconoció ante Buenos Aires/12, consultado por su presencia en la masiva movilización que cruzó la capital bonaerense en defensa de la educación pública.
"Me acerqué a la movilización como trabajador de la universidad pero también como autoridad de la facultad de Ciencias Exactas, porque está bueno salir a la calle para dar la discusión de cara a la sociedad", señaló el decano mientras caminaba por la Avenida 7, junto al resto de los decanos, docentes, alumnos, trabajadores de las facultades y autoridades de la casa de estudios platense que marcharon al grito de "universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode".
La facultad que él conduce recibió una factura de luz de 14 millones de pesos, que representa el 15 por ciento del presupuesto anual. De todos modos, Erben aclara: "La respuesta es contundente porque es mucho lo que está en riesgo, no se trata solamente de una factura de luz o de un presupuesto, sino que esto es un ataque la razón de ser del Estado y de la educación gratuita, que se reconoce como eficiente para la movilidad social ascendente y para dar respuesta a las necesidades que hoy tiene nuestro país".
Las universidades de todo el país conforman uno de los sectores que sufren a diario las medidas del Gobierno nacional de Javier Milei, que desde que inició su gestión en diciembre pasado demostró, medida a medida, que la educación pública del nivel terciario no está entre sus planes.
Desde enero, cuando el Presidente restringió el adelanto de fondos para el pago de haberes del personal docente y no docente, hasta hoy, donde las facturas de luz que crecen a niveles extremos y el estancamiento presupuestario pone en jaque la continuidad de las instituciones que, en algunos casos, ya se declararon en emergencia.
Por ese motivo, la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata (ADULP), la Federación Universitaria de La Plata (FULP), y la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP) fijaron su posición.
El primer movimiento de esta semana comenzó en las aulas, porque durante miércoles y jueves, en las 17 facultades que componen la UNLP, los centros de estudiantes y los docentes realizaron clases abiertas con los alumnos para debatir y reflexionar acerca de la actualidad.
Ya en la calle, este jueves al mediodía el personal de cada una de las facultades movilizó miles de personas hacia el Rectorado de calle 7 y 48. "Facultad en riesgo", "Para el gobierno la UNLP es la casta", "Con las aulas no", fueron algunos de los carteles que recorrieron se pudieron leer en las calles platenses mientras los manifestantes avanzaban acompañados por bombos, redoblantes y banderas.
Las columnas que se movilizaron este jueves como parte de las "48 horas de lucha y visibilización" que comenzaron el miércoles en diferentes puntos del país, sirven también como una pequeña gran previa de lo que será la Marcha Federal Universitaria el próximo 23 de abril.
A comienzos de esta semana, un documento firmado por las organizaciones docentes nacionales definieron a la situación como "crítica". "El ataque general que el partido de gobierno realiza a la educación equiparándola con el adoctrinamiento y la reciente declaración de uno de sus principales referentes (el diputado nacional Alberto "Bertie" Benegas Lynch) que reclama libertad para legitimar el trabajo infantil frente al derecho a la educación obligatoria, plantean la necesidad de una respuesta en unidad: unidad para defender la universidad pública, gratuita, laica y de calidad", señalaron en el texto en que se convoca a la movilización del próximo martes 23.
El documento está firmado por la Conadu, la Conadu Histórica, la Federación Universitaria Argentina (FUA), la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN), la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), la Asociación Gremial de Docentes de la UTN (Fagdut) y la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA).
Punto de inflexión
Cristian Sáenz es docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Dice a BuenosAires/12 que la movilización "sirve para marcar un punto de inflexión y subrayar que hay derechos que se están violando, como el derecho a la comunicación, a la educación y al desarrollo de la ciencia del país". Cuenta que en las aulas hay "incertidumbre, dudas y muchas preguntas" de parte de los alumnos.
El profesor dice que están en juego "un montón de cosas importantes que se necesitan para pensar en un país plural, serio, y con desarrollo", y remarca: "Si bien hay una disputa económica en torno a los presupuestos y demás, la cuestión también pasa por qué lugar le queda a los estudiantes. Por eso, a ellos, es importante darles este mensaje, que estamos presentes, luchando, y todos juntos en este barco que es 'educación pública para todos'".
Luego de leer un comunicado en el ingreso de la Casa de Estudios, los presentes marcharon por avenida 7 hasta plaza San Martín. Primero pasaron por la Legislatura bonaerense, luego doblaron en calle 54 y tomaron calle 6, para frenarse algunos minutos frente a la Gobernación de la provincia de Buenos Aires. Tras ello, retomaron calle 7, girando por el pasaje Dardo Rocha, y culminaron el encuentro con gritos, fotos y aplausos en el Rectorado, donde todo comenzó.
El encuentro reunió una amplia pluralidad partidaria. Los centros de estudiantes varían sus signos políticos, por lo que hubo banderas de la Juventud Universitaria Peronista, Nuevo Más, Partido Obrero, Colectivo Estudiantil, y Franja Morada, entre otros.
Sofía estudia en la facultad de Psicología. "Estamos acá porque hay un Gobierno que no entiende que no va a poder llevarse todo por delante, la educación pública es un derecho, por lo tanto defenderla también lo es", dice consultada respecto a las razones que la empujaron a sumarse a la movilización.
"Ahora mismo deberíamos estar en las aulas estudiando sin estas preocupaciones", o "en el supermercado pudiendo llenar el chango", pero remarca que "ninguna de las dos cosas pasan",
"¿De qué libertad me hablan si no se puede vivir en paz?", se pregunta y se contesta que seguirán "dando las batallas que haya que dar para defender la amplitud del conocimiento, cosa que se llevó años y vidas de pibes como nosotros".