En marzo, la canasta básica total (CBT) aumentó 11,9 por ciento respecto a febrero, mientras que la canasta básica alimentaria (CBA) trepó 10,9 por ciento, informó el Indec. En sintonía con la inflación general, que fue del 11 por ciento en el mes, las canastas –que permiten estimar los niveles de pobreza e indigencia en el país- desaceleraron, aunque es prematuro indicar si esta tendencia se mantendrá en los meses que siguen. En lo que va del año, la CBA creció 2,8 puntos menos que el IPC, lo y da cuenta de la mayor importancia de otros ítems, como los servicios.
Desde el pico de 27 por ciento en la CBT y 30,1 por ciento en la variación del costo de la CBA, en diciembre de 2023, el encarecimiento de las canastas ocurrió con menor rapidez que la media de la economía. En buena medida esto respondió a la estabilidad cambiaria, luego del salto devaluatorio avalado por el Gobierno a los pocos días de asumir el mando el presidente Milei. Resta ver en los meses que siguen cuál será el impacto de los tarifazos de los servicios públicos sobre la cadena de costos de la producción pyme y de las grandes empresas alimenticias, fundamentalmente.
El Gobierno, en tanto, celebra una desaceleración inflacionaria que todavía arroja tasas de variación superiores al promedio de las observadas en último año de gestión de Alberto Fernández: la CBT aumentó en promedio 9 por ciento entre enero y noviembre de 2023; la CBA un 9,7 por ciento promedio y el IPC 8,7 por ciento mensual promedio.
En marzo pasado, la CBT creció 11,9 por ciento y totalizó un valor de 773.385 pesos para una familia tipo de cuatro integrantes, que necesitó reunir esa cantidad de ingresos para no caer en la pobreza. Un “adulto equivalente” precisó 250.286 pesos para no ser pobre en el mes. La CBT no incluye el precio de un alquiler, sino que se compone de la CBA ampliada con otros bienes y servicios no alimentarios (como vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) escogidos en base a los hábitos de consumo de la población. En los primeros tres meses del año, esta canasta creció 56 por ciento y en los últimos doce meses, 304,4 por ciento. Ambas variaciones superan al IPC en 4,4 y 16,5 puntos respectivamente.
Por su parte, la CBA subió 10,9 por ciento en el mes y totalizó unos 358.049 pesos para una familia de cuatro integrantes, que necesitó esa suma para evitar caer en la indigencia durante marzo. En el caso del “adulto equivalente” la CBA fue de 115.873 pesos. Dicha canasta reúne requerimientos energéticos y de nutrientes elementales para la supervivencia de una persona, como distintas cantidades de hidratos, verduras, frutas, carnes, lácteos, bebidas y condimentos que siguen recomendaciones médicas. La variación de la CBA en los primeros tres meses del año fue 48,8 por ciento y 308,2 por ciento en los últimos doce meses. Es decir, aumentó por debajo de la inflación general en 2,8 puntos en lo que va del año pero por encima de aquella en 20,3 puntos considerando la variación interanual.
Cabe recordar que el valor de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue de 42.048 pesos netos en marzo, luego del aumento del 27,2 por ciento en base a Ley de Movilidad Jubilatoria, recientemente derogada por el Gobierno. En tanto, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) subió a 202.800 pesos, es decir que no llega a cubrir la CBT para un adulto equivalente.