Las últimas cifras de las Pruebas PISA mostraron un preocupante panorama sobre el ámbito educativo argentino. Según los informes, los estudiantes locales lideran dos aspectos críticos: son los más propensos a distraerse con el uso de celulares durante las clases y también encabezan la tabla mundial en términos de ruido y desorden en el aula.
Los datos subrayaron un problema que va más allá de simples distracciones en clase; se trata de un fenómeno que impacta profundamente en el proceso educativo y en el rendimiento académico de los estudiantes argentinos.
Los informes adicionales de PISA --el estudio internacional que evalúa los logros en el aprendizaje de los jóvenes de 15 años en Matemática, Lectura y Ciencia-- proporcionaron una radiografía detallada de la educación en Argentina en comparación con el panorama internacional.
Según estos resultados, más del 50% de los estudiantes argentinos admitió distraerse con sus propios celulares durante las clases, una cifra que superó ampliamente el promedio global. Además, Argentina lideró a nivel mundial en la proporción de estudiantes que se distraen constantemente debido al uso de dispositivos por parte de otros compañeros, con un alarmante 45%.
En comparación con otros países de la región, como Uruguay, Argentina enfrentó una situación aún más crítica. Mientras que en Uruguay el 23% de los estudiantes se distrajeron constantemente debido al uso de dispositivos por parte de otros compañeros, en Argentina esta cifra se eleva al 45%.
Además, el informe reveló que Argentina se encuentra entre los países con mayores niveles de ruido y desorden en el aula, lo que representó un desafío adicional para los educadores. En comparación, países como Corea y Japón destacan por su disciplina y orden en el aula, con apenas un 5% de estudiantes que reportan distracciones por ruido o desorden.
Estos datos, extraídos de los informes complementarios de PISA, subrayaron la necesidad de abordar de manera efectiva el uso de tecnología en las aulas argentinas y de promover un ambiente escolar más propicio para el aprendizaje.