La Policía Federal detuvo ayer a Leandro Santos, representante de modelos que en su momento declaró en la causa por la muerte de Alberto Nisman. La detención fue pedida por la jueza uruguaya Graciela Gatti a raíz de un expediente en el que se sindica a Santos como entregador de modelos para que mantengan relaciones sexuales con empresarios y personalidades, en Punta del Este, Buenos Aires y Miami. Por esa “gestión”, Santos se habría quedado –siempre según la versión judicial uruguaya– con parte de lo que se le pagaba a las chicas. La fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación por la muerte de Nisman, llamó a declarar a Santos en marzo de 2015 porque el representante registraba numerosas llamadas con el fiscal. Y, además, dio la causalidad que varias chicas de la agencia de Santos viajaron a Cancún con Nisman o mantenían vínculos con el fiscal. En todos esos viajes, de los que se publicaron fotografías, Nisman no pidió vacaciones, es decir que supuestamente estaba trabajando en la causa AMIA. Todo se redondeó después de la muerte del fiscal, cuando su ex pareja, Sandra Arroyo Salgado, le pidió a la Procuración que le liquidara vacaciones no tomadas, ya que Nisman, en siete años supuestamente no se tomó ni un día libre.
Santos quedó a disposición del juez Claudio Bonadio que estará encargado del proceso de extradición. El abogado del representante de modelos es Fernando Burlando, quien de inmediato pidió su excarcelación. La lógica indica que deben concedérsela, como ocurre habitualmente. Los procesos de extradición siguen el trámite normal, es decir que hay juez de primera instancia –Bonadio– y luego interviene la Cámara Federal y hasta la Corte Suprema. Quien tiene la última palabra es el Poder Ejecutivo. La denuncia es de 2012 y la justicia uruguaya no pidió la detención hasta ahora porque existen dudas de que la imputación contra Santos sea un delito en la Argentina.
En la mayoría de los medios difundieron ayer los nombres de todas las modelos representadas por Santos. Pocos hablaron de sus supuestos clientes. Al menos desde el punto de vista judicial, parece que Nisman era uno de los clientes, porque Santos fue llamado a declarar en la causa por la muerte. El representante dijo que hablaba mucho por teléfono con Nisman pero que eran formalidades, del estilo de saber cómo estaba, qué era de su vida. Respecto de las modelos dijo que Nisman las conoció en Rose Bar, un boliche top de la calle Honduras. “El tenía el teléfono de las chicas, hablaba directamente con varias de ellas. Iba todos los jueves al Rose Bar y estaba en el salón vip”, contó Santos. Respecto del viaje de las modelos a Cancún, específicamente uno que realizó con dos de ellas en septiembre de 2014, Santos declaró que las chicas fueron por trabajo a realizar producciones de fotos. Esa declaración contrastó con la de una de las modelos quien contó en el expediente que Nisman pagó el viaje. Como se sabe, el fiscal manejó fondos no declarados, sumas millonarias –sin explicación– en cuentas de Nueva York y Uruguay, lo que hace pensar que recibió importantes cantidades de dinero de organizaciones o fundaciones de Estados Unidas e Israel.
Santos señaló en su declaración que no sabía ni sobre los gastos ni sobre los viajes de Nisman. Tampoco dijo saber que en los días en el Caribe y otras playas, oficialmente, Nisman estaba trabajando en el esclarecimiento del atentado.