Por iniciativa del senador y director Fernando “Pino” Solanas, ayer se les otorgó la mención de honor Domingo Faustino Sarmiento a diez grandes referentes del cine argentino. Se trata de la máxima distinción que otorga la Cámara Alta a importantes personalidades de la Argentina. Los homenajeados fueron el legendario realizador y fundador de la Universidad del Cine (FUC), Manuel Antín, los enormes Adolfo Aristarain y Luis Puenzo, el patriarca del cine latinoamericano Fernando Birri, el gran montajista Juan Carlos Macías, el histórico director de fotografía Félix “Chango” Monti, el prestigioso cineasta y productor Héctor Olivera, la talentosa productora –y también directora– Lita Stantic, y el realizador e incansable gestor por los derechos de los directores de cine, Carlos Galettini. También se otorgó la mención al recordado Eliseo Subiela, con carácter post-mortem.
Todos fueron merecedores de esta distinción “por su gran aporte artístico y su lucha en defensa del cine nacional”. Solanas inició el acto en el Salón Belgrano del Senado y expresó: “Es una tarde de festejo y estoy muy feliz de agasajar a este conjunto de compañeros y amigos de tantas luchas, y que tanto he recibido de ellos”. Pino recordó que los homenajeados “son incuestionables referentes del cine nacional y si hay una cosa terrible que arrastra la Argentina es la ingratitud; así que en buena hora y en este año, donde se sintieron cimbronazos que colocaron en la calle a las distintas organizaciones y sectores del cine nacional, es importante valorar que ésta es una unidad inquebrantable”, agregó.
Birri, residente en Italia, no estuvo presente, tampoco Macías y, en representación de Subiela, habló uno de sus hijos. Antín agradeció al Senado, a Solanas y escuetamente expresó: “Realmente quisiera que el cine argentino tuviera el mismo apoyo desde que se fundó el Instituto de Cine”. El difícil momento que atraviesa el sector desde la implementación de las resoluciones del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) se vio reflejado en varios discursos. Por su parte, Aristarain subrayó: “No pensemos que todo se terminó en el 94, con la modificación de la Ley de Cine, y que todo está maravilloso. Este es un momento para seguir peleando sin aflojar”.
El Chango Monti –tal como se lo conoce en el ambiente– tiene la particularidad de haber sido el director de fotografía de La historia oficial y El secreto de sus ojos, los dos únicos films argentinos en conquistar un Oscar. Al recibir la mención, señaló: “De esta reunión nos queda una cantidad de nostalgias y recuerdos, pero no son tristes sino que nos dan fuerza para seguir adelante y para transformar el dolor que estamos viviendo, sobre todo en nuestro cine, en una realidad como la que soñamos”.
Cuando llegó el turno de Luis Puenzo, el realizador recordó la pelea por la Ley de cine que emprendió con varios colegas, algunos de los cuales estaban presentes ayer en el Salón Belgrano. Esa introducción lo llevó a hablarles a las nuevas generaciones: “Por la ley de cine y por otras leyes, por el futuro del cine y por el futuro del Incaa, hay que seguir peleándola. Nunca me cansé de decirlo cuando los jóvenes creían que estaba todo dado, que estaba todo dado por derecho propio. Y, en realidad, el cine se puede acabar en cualquier momento. Y éste es uno de los momentos en que el cine se puede acabar en Argentina”. Finalmente, Lita Stantic destacó: “Se me apareció por un momento lo que pasó en los 90, cuando Puenzo y Aristarain, por el lado de los directores, y por el lado de productores Rovito y otros salimos a pelear por la Ley del cine y también contra los recortes tremendos que se hicieron en el área cuando Cavallo manejaba el dinero del cine. Hago votos para que el dinero del cine siga estando para hacer cine”, concluyó.