Una de las secciones que se mantiene es Pioneros queer, que nació hace tres años con la idea de, en palabras de Trerotola, “ir por fuera de los lugares comunes para buscar voces disidentes, desobedientes, punks”. La gran figura nacional a la que se evoca esta edición es Enrique Raab. El periodista hizo un corto que continúa perdido e incluso colaboró en la organización de los primeros festivales de Mar del Plata. Pero su aporte mayor a la pantalla grande fue otro. Explica el director artístico: “Desde su rol de periodista visibilizó un montón de cuestiones sobre diversidad sexual de una manera que nadie había hecho. Lo que pensamos es rescatar una mirada pionera en el periodismo. Nosotros programamos algunas películas que destacó y con las que discutió la representación de la diversidad, como La tregua, La morocha y Una mariposa en la noche”. 

–En el Foco Raab también hay una muestra de cortos publicitarios argentinos de los 70…

–Sí, Raab era modernista, muy vanguardista y avanzado, y recuperó el papel fundamental que tenía la publicidad desde una visión artística. Hasta rescató autores publicitarios. En ese momento decir eso era aberrante, sobre todo para alguien de izquierda como él. Comparaba, en un gesto absolutamente queer, ciertas publicidades con cuadros de Caravaggio. Es interesante esa figura crítica que muestra cómo se puede ser pionero en el cine desde una visión queer. De hecho, en sus textos visibilizaba cosas como que a los hombres que veían musicales se los trataba de maricones, mostrando de paso que el machismo funciona también en la cinefilia.