Es raro volver a un clásico. La aventura puede ser riesgosa y errada. Cada temporada la escena porteña recibe en sus escenarios la versión libre de alguna obra clásica de la literatura universal. Esa aventura puede ser una mega-producción que respeta lo más fielmente su versión original, con algunos retoques idiomáticos aquí y allá; o una versión absolutamente nueva que valiéndose de un esqueleto cuenta con las mismas palabras otras cosas. “Decir sí” de Griselda Gambaro es un clásico de nuestro teatro. Muchas veces representadas, mil veces leída. Pero luego del tiempo se fue perdiendo de la escena, dejando lugar a montajes más “arriesgados” y metafóricos. Y de pronto, volvió… ¿casualidad?
Entre 1981 y 1985, Teatro Abierto fue un movimiento cultural clave en la recuperación de la democracia. Durante la dictadura (y algo antes) el mercado teatral prefería montar obras extranjeras y banales para entretener al público y desmerecía el trabajo de los autores argentinos, quienes sólo encontraban lugar en los circuitos no-comerciales/oficiales. Además, la eliminación de la cátedra de Teatro Argentino Contemporáneo se sintió como una mordaza contra la dramaturgia local. Así se reunieron Osvaldo Dragún, Gonzalo Nuñez, Jorge Rivera López, Carlos Somigliana, Oscar Viale y Pepe Soriano, apoyados por Adolfo Pérez Esquivel, recién elegido Premio Nobel de la Paz y Ernesto Sabato. El ciclo además significó una forma de resistencia a la dictadura militar y edición tras edición fue representando en la escena las tensiones, conflictos y debates sociales de la transición democrática.
El re-estreno de “Decir sí”, dirigida por Santiago Lasarte, intenta reanimar los debates políticos de aquellos años que lamentablemente regresan a la actualidad. El clima actual de censura de las voces contestatarias a la lógica del mercado, la explosión de los discursos de odio que reivindican el horror y la extranjerización de nuestra tierra y nuestras mentes, son un terreno propicio para volver a estos clásicos: los que fueron bandera en la defensa de la democracia. La puesta en escena de Lasarte se atreve a re-escribir el clásico en clave queer, presentándonos a dos personajes que juegan con su sexo/género en cada escena. Caos, mugre, objetos eléctricos mal enchufados, precarios muebles tirados en el piso componen una espacio que, a priori, parece la escena de un crimen. Los personajes están llevados al extremo de lo bizarro, lo que vuelve aún más absurdo el encuentro entre ellos: una peluquera casi demente y una clienta histérica y exigente que inician un juego peligroso al invertir sus roles.
Las interpretaciones de Emiliano Figueredo y Francisco Barral son excelentes. Al límite del drag, los actores componen con inteligencia y vastos recursos dramáticos unos sujetos patéticos y cómicos que pueden prescindir absolutamente de las palabras. Figueredo sostiene con encanto complejamente femenino un personaje al borde de la histeria y el grito, mientras Barral se transforma en una bestia sin género, violentamente encantadora que moviliza constantemente al público a las risas y aplausos. Ambos, logran sostener un happening de una hora de duración que por momentos recuerda a las encantadoras peleas y mechoneadas de Tortonese y Urdapilleta en las pantallas del viejo ATC.
En tiempos en que los medios están dominados por el streaming y el reel, formatos en donde las cosas duran menos que un suspiro, vale la pena poner el freno de mano y volver al teatro. La experiencia de llegar a la sala, aceptar el contrato de ser partícipes y salir de allí asustados, asqueados o conmovidos es un buen negocio (aunque arriesgado). La presentación de “Decir sí” en el Espacio NoAvestruz, es un buen punto de partida para volver a construir un teatro que incomode, denuncie y se pronuncie en defensa de los derechos que actualmente la política conservadora pretende arrebatarnos. Volver a un Teatro Abierto que impugne los discursos que amenazan lo nacional, la creatividad y el pensamiento disruptivo. Y aunque “la calle virtual” promete ser el nuevo escenario de los debates sociales, no podemos perder los espacios de encuentro material para todas aquellas discusiones que no caben en 144 carácteres.
“Decir sí” de Griselda Gambaro, dirigida por Santiago Lasarte se presentará los viernes de abril a las 22.30 hs en Teatro NoAvestruz (Humboldt 1857).