La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recibió en Italia la investidura como doctora honoris causa que le entregó la Università degli Studi di Roma Tre, “por su compromiso cívico, humano y cultural”.
Durante su discurso, Estela advirtió que “algunas de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia están en peligro” producto de “los discursos de odio y negacionismo, en muchos casos pronunciados por integrantes del gobierno de turno”.
En este sentido, denunció que la administración de Javier Milei y Victoria Villarruel “intentan deslegitimar nuestra lucha y la de todos los argentinos, por la memoria y la democracia”.
Para resistir a este intento, Carlotto puntualizó que “el único camino es la lucha colectiva con amor y perseverancia”, y ratificó que la organización seguirá buscando a los más de 300 nietos a los que falta restituir su identidad.
El reconocimiento ratifica tanto a Estela de Carlotto como a la asociación que encabeza como uno de los ejemplos de lucha por los derechos humanos más relevante a nivel internacional. "Seguimos buscando a unas 300 personas que viven con su identidad vulnerada", dijo Estela al recibir la condecoración entregada por el rector de esa casa de estudios, Massimiliano Fiorucci, y la profesora Susanna Nanni, impulsora de la distinción.
Frente a un amplio auditorio integrado por autoridades académicas y referentes de organizaciones humanitarias y derechos humanos, Estela habló también del “relevo institucional” que, por cuestiones naturales y de edad, las fundadoras de Abuelas dejarán en mano de nietos y nietas encontradas.
“Hoy son los propios nietos y nietas restituidos, sus hermanos, sus familias, los que le dan impulso a nuestro trabajo. Son ellos los que han tomado la posta y realizan las tareas que antes hacíamos nosotras”, resaltó.
Tal como en otras oportunidades consideró que las integrantes de ese organismo “no somos heroínas ni diferentes, sólo mujeres, madres, abuelas”. Y aseguró que seguirán “luchando para defender la democracia y trabajando para encontrar hasta el último de nuestros nietos”.
“Donde haya un derecho humano vulnerado, estaremos”, enfatizó.
Durante su discurso, Carlotto hizo un repaso por los inicios de Abuelas y del reconocimiento internacional que recibieron a lo largo de los años. También de los logros en las restituciones de identidad de nietos secuestrados tras el último golpe militar y la incorporación de la identificación genética como método para encontrar familiares.
Destacó la labor del Banco Nacional de Datos Genéticos, “el único del mundo” que almacena información de familiares y sobrevivientes del genocidio, y también ponderó la legislación internacional impulsada a través de Abuelas y la creación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi).
También destacó que “la lucha de los organismos de derechos humanos y la decisión política permitieron que el proceso de Memoria, Verdad y Justicia llegara para quedarse”.
“Se anularon las leyes de obediencia debida y punto final, comenzaron los juicios a los genocidas y sus cómplices, y cada lugar de encierro, de tortura y de muerte se convirtió en un espacio de memoria”, puntualizó.