Leonardo David Sena fue condenado a 27 años y 6 meses de prisión por el “homicidio muy especialmente agravado” contra Lola Chomnalez, la adolescente argentina de 15 años, asesinada en diciembre de 2014 en una playa Barra de Valizas, Uruguay.
El femicida está preso desde mayo de 2022, por lo que a la pena impuesta se le descontará el tiempo que permaneció detenido con prisión preventiva. Así lo determinó la justicia uruguaya.
Durante la lectura de los argumentos, el juez Juan Giménez Vera explicó que para determinar la condena, - este tipo de delito prevé penas de entre 15 y 30 años-, consideró el nivel de “peligrosidad” del acusado, sus antecedentes (una condena anterior por lesiones y otra por violación) y el haber enterrado el cuerpo de la víctima luego de haberla matado.
La fiscal de Rocha, Mariela Núñez, había pedido que se le impusiera a Sena la pena máxima establecida para este tipo de delitos, pero el juez consideró que no se cumplían todos los agravantes para ello.
Sena, que tiene antecedentes penales por otros dos hechos, fue detenido en mayo de 2022 en el Chuy, en el límite de Uruguay con Brasil. La orden de aprehensión se dictó luego de que un cotejo de ADN dio positivo respecto de su sangre y la hallada en la escena del crimen.
Desde el primer momento, el acusado se declaró inocente e intentó excusarse diciendo que su sangre llegó a los mencionados elementos porque se había cortado con una botella de vidrio mientras trabajaba, poco antes de que fuera a tomar mates a la playa donde se encontró con la mochila de Lola y sus pertenencias. Sin embargo, varios testigos lo contradijeron.
Además, los investigadores encontraron que el ADN de Sena no estaba solo presente en los registros de la escena del crimen, sino que también estaba “mezclado” con el de la víctima. Por eso, en 2022, la justicia uruguaya lo procesó con prisión preventiva al considerar que "había pruebas más que suficientes".
Por este caso, también está preso Ángel Eduardo Moreira Martínez, alias “El Cachila”. Este “cuidacoches” fue absuelto en primera instancia por el juez Giménez Vera, pero el Tribunal de Apelaciones del 4° Turno revocó en febrero de 2022 ese fallo y lo condenó a 8 años de prisión por “encubrimiento” del crimen.
Moreira fue liberado en junio de ese mismo año tras la absolución de primera instancia, pero volvió a ser detenido durante unos meses por violar una restricción de acercamiento solicitada por su expareja y por la que cumplió arresto domiciliario.
La absolución de “Cachila” fue apelada por la ahora exfiscal de Rocha, Jéssica Pereyra, quien había requerido una condena de 10 años de prisión.
Mientras que el fallo de Apelaciones, a cargo de los jueces Luis Vicinguerra, Ángel Shaban y Gabriela Cobelli, resolvió por unanimidad que le correspondían 8 años de cárcel. Finalmente, en febrero de este año, la Suprema Corte confirmó esa última decisión y “Cachila” volvió a prisión.
El caso
Lola Chomnalez, que tenía en ese momento 15 años, había viajado a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014, para pasar unas vacaciones con su madrina, el esposo y el hijo de él.
Al día siguiente, la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.
Mediante la autopsia se determinó que murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.
Se cree que la atacaron una o más personas. En el expediente del caso consta que fue llevada hacia el lugar del crimen a la fuerza, ya que recibió un golpe y heridas punzantes con un cuchillo con sierra, similar a los de cocina. Poco después, el o los asesinos ultimaron a la joven. Luego enterraron el cuerpo, que fue encontrado por los hijos de un pescador en un lugar cubierto por ramas.