El secretario general de los trabajadores municipales a nivel nacional, Hernán Doval, anunció que redoblarán esfuerzos ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para obtener la paritaria nacional. Lo hizo durante la inauguración de la nueva casa de los trabajadores municipales bonaerenses.
Durante su intervención, anunció que se van a "retomar y reimpulsa" el reclamo que ya se tramita en la OIT, para conseguir uno de los viejos anhelos de los municipales. En noviembre pasado, días antes del balotaje, el entonces candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, se había comprometido a impulsarla, pero el resultado electoral fue adverso y el actual gobierno va en el rumbo opuesto.
Por ese motivo, Doval se comprometió ante sus bases a reimpulsar el reclamo en el plano internacional, ante la OIT. La demanda había sido presentada originalmente en 2015, cuando todavía era presidenta Cristina Fernández y Carlos Tomada era el ministro de Trabajo.
Una de las funciones de la OIT, ente tripartito con representación de estados, organizaciones de trabajadores y de empleadores, es supervisar el cumplimiento de las normas internacionales del trabajo. Para ello, recibe quejas y reclamos de las organizaciones sindicales de los distintos países.
Cuenta con un sistema de control periódico, que analiza los informes de los estados miembro respecto de normas e innovaciones, a través de una comisión de expertos, y un sistema de procedimientos especiales, que recibe y procesa quejas, cuando un estado o empleador viola convenios vigentes, o reclamaciones, cuando un estado o empleador niega o demora la implementación de normas.
En este caso, el reclamo se enmarca en los convenios 98 y 154 de la OIT, referidos a negociación colectiva y negociación colectiva del sector público, ambos con rango constitucional en Argentina desde 1994, según explicó a Buenos Aires/12 la abogada laboralista Mariela López.
Casa nueva
La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) tiene una nueva sede, sobre el 100 de Avenida Mitre, Avellaneda, muy cerca del puente viejo, en un inmueble perteneciente al sindicato municipal de Avellaneda, que la federación restauró completamente.
En el corte de cintas, estuvieron junto al anfitrión, Rubén “Cholo” García, el secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores Municipales, el también avellanedense Doval, la diputada de extracción sindical Vanesa Silley, el secretario general de la Asociación de Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), Carlos Minucci, y el intendente local, Jorge Ferraresi.
Asistieron también representantes de casi todos los sindicatos municipales bonaerenses que integran la federación y de las demás federaciones provinciales, integradas en la confederación.
Doval, por su parte, agradeció a los presentes y en especial a quienes definió como “dos maestros" de quienes asegura "aprender cada día": García y el secretario general del Sindicato Unión de Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) de Córdoba, "el Gringo" Rubén Daniele.
“Los trabajadores municipales somos cotidianamente garantes del pacto de convivencia pacífica entre los ciudadanos, a contramano de lo que cree y hace este gobierno nacional, que nos quiere llevar a la ley de la selva”, señaló durante su mensaje ante trabajadores que llegaron desde diferentes puntos de la provincia.
Y recordó que "si la gente se pudo aislar en su casa durante la pandemia, fue porque hubo municipales que recogieron la basura, que atendieron necesidades y que enterraron a los muertos, entre los que contamos a muchos compañeros nuestros".
El “Cholo”, hijo de un histórico dirigente local homónimo y conocido hincha de Racing, por su parte, repasó los orígenes de la Fesimubo, dos décadas atrás, y reivindicó la figura de Néstor Kirchner. “Veníamos de una época, los noventa, en la que se hacía sindicalismo al servicio de la política y sus intereses, pero nosotros empezamos a hacer algo distinto, sindicalismo a favor de los laburantes y por eso tuvimos un crecimiento mayor y más rápido que el esperado”, dijo.
García hizo referencia a la lucha contra la ley provincial 11.757 de 1996, que afectaba derechos de los trabajadores, que fue finalmente derogada en 2014. El posicionamiento frente a esa normativa fue el detonante de la ruptura con la federación entonces existente, la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires.
Por los distritos
Uno de los focos de conflicto de los municipales bonaerense se encuentra actualmente en la ciudad de Mar del Plata, donde el intendente Guillermo Montenegro, del PRO, pretende sancionar una ordenanza que los declare personal esencial, para de ese modo limitar su derecho a huelga.
“Si nos cree esenciales, que empiece a pagarnos como corresponde”, fustigó García al intendente oriundo de San Isidro, del que dijo “es amarillo, pero ideológicamente muy parecido al gobierno nacional”, indicó García.
En Pinamar, donde la relación entre el Ejecutivo y los trabajadores era especialmente tensa, el sindicato que encabeza Enrique Jiménez logró varias resoluciones favorables, desde la homologación del convenio colectivo vía concejo deliberante hasta una recomposición salarial muy cercana a la inflación.
En la actualidad, el sueldo inicial en ese distrito es de 500 mil pesos, uno de los más altos de toda la provincia. Aún así, queda por resolver en la justicia la cuestión de los descuentos salariales efectuados durante el largo conflicto.
En Vicente López, el sindicato municipal local conducido por Victorio Pirillo logró el compromiso de la gestión de Soledad Martínez para complementar los salarios de los docentes municipales, frente a la pérdida del FONID.
Lo harán a través de una partida denominada Sostenimiento Incentivo por Conectividad, que según el caso, representa entre el 30 y el 40 por ciento del haber mensual. El beneficio incluye también al personal no docente de las escuelas y jardines municipales.